Nueve normas sobre vino y salud
El vino es una bebida para adultos sanos, absolutamente incompatible para las mujeres en estado de gestación y los lactantes, así como para los inmoderados.
El vino es sano solamente cuando es bebido con moderación, es decir, con respeto, educación, cultura e inteligencia, lo cual permite disfrutarlo con los cinco sentidos.
Los mayores encantos del vino están en sus matices cromáticos y en sus aromas, ni beber mucho ni beber deprisa aumentan el placer del vino, sino todo lo contrario.
Beber vino moderadamente es sano, e incluso recomendable, y causa placer, beberlo despacio aumenta ese tiempo de placer y el placer mismo.
No beba nunca vino en ayunas, el vino está hecho para acompañar a otros alimentos y no como un objetivo por sí mismo.
Armonizar vino con alimentos, así como vinos con oportunidades es un arte.
Con el fin de marginar definitivamente el abuso del vino y para alcanzar consumos moderados y razonables, es necesario que el conocimiento del vino sea transmitido desde el entorno familiar en el que los mediterráneos lo hemos bebido durante miles de años.
Las familias, y en general los mayores que conocen el vino deben erigirse en su principal vehículo de divulgación y en indiscutible ejemplo de moderación.
Es preferible no beber vino solo, el vino es una bebida convivencial y ha de ser compartido.
Es una recomendación de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición, FIVIN
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