El impacto del exceso de alcohol en el cerebro joven



ARGENTINA

Según los resultados preliminares de recientes investigaciones, el consumo abusivo de bebidas alcohólicas podría producir daños en los cerebros en desarrollo de jóvenes y adolescentes, afectando el hipocampo, una región comprometida en el aprendizaje y en la memoria. Así lo indican especialistas que compararon el cerebro de jóvenes que beben abusivamente y de otros que no lo hacen y observaron el fenómeno en ratas de laboratorio. La opinión de especialistas platenses

 

De acuerdo con los resultados preliminares de recientes investigaciones, el consumo excesivo de alcohol podría afectar el cerebro en desarrollo de adolescentes y jóvenes, destruyendo neuronas de una región cerebral -el hipocampo- comprometida en funciones como el aprendizaje y la memoria.

Así surge de una serie de estudios recientemente llevados a cabo en universidades norteamericanas que aumentaron la preocupación ya existente por el creciente consumo de alcohol entre los adolescentes y jóvenes. Los científicos compararon los cerebros y los comportamientos de estudiantes que abusan del alcohol con otros de aquellos que no lo hacen y experimentaron con ratas de laboratorio para arribar a las conclusiones que ahora intentarán confirmar a través de nuevos estudios.

 

La importancia de los descubrimientos radica en que estos representan los primeros indicios sobre el impacto del alcohol en un cerebro joven. Un impacto que se traduciría en que los bebedores tendrían un hipocampo un 10% más pequeño que el de sus pares que no beben o que lo hacen con moderación; rendirían menos en pruebas de memoria y registrarían regiones de actividad cerebral lenta ausentes en quienes no beben o lo hacen moderadamente.

 

Estas primeras conclusiones alcanzaron para alimentar la polémica. Algunos de los científicos vinculados en los estudios, sugieren que los adolescentes y los adultos jóvenes que regularmente se emborrachan sufrirán daños cerebrales duraderos que les dificultarán un buen desempeño en los estudios y el trabajo. Otros opinan que es demasiado pronto para culpar al alcohol por el daño cerebral y lo fundamentan diciendo que muchos adolescentes que beben en exceso también abusan de otras drogas y tienen otros factores de riesgo que pueden dañar al cerebro.

 

Especialistas locales consultados por este diario consideraron "factibles" a esos daños cerebrales vinculados al alcohol. Indicaron que el hipocampo es una región cerebral particularmente sensible a la intoxicación alcohólica. Y que esa sensibilidad se incrementa en el período de maduración del cerebro, que se prolonga hasta los 21 años. Según indicó Domingo Sergio Carlos Favaloro, ex jefe del servicio de alcoholismo del Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero, "de hecho, una disminución en el nivel intelectual y en la capacidad de aprendizaje es comprobable en los primeros años de vida de los hijos de madres alcoholistas".

 

Favaloro calificó de "preocupantes" a los resultados de los estudios, sobre todo al considerar que "en los últimos cinco años, la edad de inicio en el alcoholismo se redujo en la Argentina de los 15 a los 10 años. Actualmente, hay un 12% de habitantes del país que tiene problemas con el alcohol. El 7% son alcoholistas (con dependencia física y psíquica de la bebida) y el otro 5% bebedores excesivos (más de 12 borracheras por año)".

 

Hasta hace poco, los investigadores creían que el cerebro ya había completado su desarrollo en la adolescencia. Ahora, saben que hasta los 20 o los 21 años, sigue haciendo importantes avances. En ese contexto, científicos de distintas universidades pensaron que el cerebro joven era un blanco particularmente vulnerable al alcohol. Y emprendieron distintos estudios para probarlo.

 

En el centro médico de la Universidad de Duke -Carolina del Norte, Estados Unidos- inyectaron una alta dosis de alcohol a ratas jóvenes, el equivalente a que un humano tomara 12 tragos una sola noche y las pusieron en un laberinto. Esa aplicación no afectó el rendimiento de las ratas que nunca habían recibido alcohol ni el de las ratas que lo habían recibido siendo adultas. Pero las que recibieron aplicaciones de alcohol durante su adolescencia cometieron errores hasta totalizar el doble de yerros que el resto. Los científicos sospecharon que el alcohol lesionó el hipocampo y publicaron las conclusiones en el número de agosto de Alcoholism: Clinical and Experimental Research.

 

También existen investigaciones realizadas con seres humanos que sugieren que los adolescentes y los adultos que beben en exceso emborrachan al hipocampo. Científicos de la Universidad de Pittsburgh reunieron a 12 adultos jóvenes y adolescentes con serios problemas de alcoholismo. Estudiaron sus cerebros y los compararon con los de 24 chicos que no tenían problemas de alcoholismo. En promedio, los bebedores tenían un hipocampo 10% menor que el de sus pares. Este reducido estudio fue publicado en el número de mayo de The American Journal of Psychiatry.

 

El estudio coincide con otro realizado por resonancia magnética de 10 mujeres jóvenes que abusaron del alcohol en su adolescencia. Las 10 habían dejado de beber antes del examen. Los investigadores emplearon un tipo de resonancia que tomó imágenes del cerebro mientras las mujeres realizaron una prueba en la que debieron recordar la ubicación de objetos en la pantalla de una computadora. A comparación de 10 mujeres jóvenes sanas, las mujeres con historia de alcoholismo tuvieron problemas para recordar la ubicación de los objetos, explica Susan Tapert, coautora que trabaja en la Universidad de California en San Diego. Las resonancias de las 10 ex bebedoras muestran regiones cerebrales lentas y se cree que el alcohol pudo haber dañado partes del cerebro involucradas en la memoria espacial.

 

Los científicos destacan el carácter de preliminares de las conclusiones obtenidas, pero aseguran además que hay motivos para preocuparse. Entre ellos, el saber si estos daños, de ser comprobados, persisten una vez abandonado el consumo excesivo de alcohol.

 

FUENTE:
El Día/Edición Internet/La Ciudad

http://www.eldia.com.ar/ediciones/20001025/laciudad13.html