El alcohol es una sustancia considerada como tóxica, y la "cruda" tiene que ver con la cantidad y el estado de salud de la persona que lo toma. El resultado después de tomar cualquier tipo de vino no será el mismo en una persona sana que en una persona enferma, aseguró el médico del Departamento de Capacitación y Desarrollo del Consejo Estatal Contra las Adicciones en Jalisco (CECAJ), Carlos González Romero.

En estas fechas decembrinas de Navidad y Año Nuevo, son comunes las posadas y reuniones en donde la mayoría de las veces tienen presencia las bebidas alcohólicas, por lo que el CECAJ exhorta a la población a medirse cuando las consuma.

“Las bebidas alcohólicas se producen por fermentación o destilación de frutas o cereales. Siempre han hecho mal al organismo, pues no tiene la capacidad de asimilarlas normalmente y se intoxica, por lo que debe trabajar más para protegerse”.

Pero generalmente, el alcohol no se ingiere solo. Si se le agrega cigarro, bebidas dulces, edulcorantes, o incluso se combinan bebidas, el resultado será peor y los síntomas como dolor de cabeza, malestar general, irritación, vómito, escalofríos y mareos serán más intensos. Más aún si la reunión se postergó hasta entrada la madrugada y el cuerpo dejó de recibir alimentos saludables, y sólo se ingirió botana, la cual solo irrita más al cuerpo.

Ingerir alimentos picantes provoca inflamaciones severas

Lo que más preocupa, recalcó González Romero, es que los principales centros de atención médica del Estado reciben los lunes gran cantidad de jóvenes con cuadros de gastritis ocasionados por intoxicaciones por alcohol el fin de semana.

Los jóvenes refieren haberse curado la “cruda” con alimentos que producen más irritación como tortas ahogadas, menudo, chilaquiles, birria e incluso con una “michelada”, bebida preparada con cerveza y condimentos. Si se hace muy a menudo, esta costumbre puede llevarlos a presentar cuadros severos de inflamación estomacal o en otros órganos.

“Es lo peor que podemos hacer: le metemos irritante al irritante, todo esto ocasiona al organismo dolores de cabeza, un gasto cardíaco mayor, pérdida de glucosa, escalofríos, que van a poner mal a quien tomó en exceso. Lo peor es que los muchachos presumen su cruda con orgullo”.

El organismo de una persona sana tiene la capacidad de eliminar una copa de vino o una cerveza en alrededor de una hora; pero en 60 minutos, la mayoría de las personas que gustan de beber alcohol toman más que eso, reiteró el especialista.

Un mito, tomar más alcohol para estabilizarse

El remedio para curar la resaca más usado por las personas que acostumbran tomar alcohol en exceso es que por la mañana se tome una copa de cualquier tipo de alcohol para “estabilizar” el cuerpo. “Esto es un mito y una gran mentira”, asegura González Romero.

Al llevar a cabo esta práctica, lo único que se hace es mantener al cuerpo intoxicado, porque cuando bajan los niveles de alcohol es cuando empiezan a aparecer los síntomas. Si se da más alcohol, el cuerpo vuelve a estar embriagado y se termina el “sufrimiento”, pero sólo es paliativo.

“Si le echamos otra vez alcohol, volvemos a nivelar al cuerpo y lo mantendrá tranquilo bajo sus efectos de la bebida”.

La medida ideal para no tener “cruda” es que la gente se responsabilice al momento de tomar alcohol, y no lo ingiera en exceso.

Pero si ya apareció la resaca, la mejor manera de sobrellevarla es tomar jugos de frutas naturales ricos en vitaminas como la C, y no es recomendable ingerir demasiada agua. Lo mejor es darle tiempo al cuerpo para que se recupere, reposar y tener paciencia, porque el organismo atraviesa por una intoxicación.