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Última actualización [10/05/2010]



Violencia escolar y vida cotidiana en la escuela secundaria


MEXICO

Para entender cómo se gesta la violencia escolar entre los jóvenes se desarrolló una investigación cualitativa en una secundaria pública considerando varios factores: el papel de la institución ante este problema, las medidas que toma ante situaciones violentas entre alumnos y cuáles son las causas que las propician.

 

Consideramos este último factor como la parte medular del fenómeno, por ello recurrimos a indagar los aspectos familiares, sociales y escolares que inciden en el comportamiento de los alumnos, con la finalidad de encontrar elementos que expliquen el origen de este tipo de conductas.

 

Violencia escolar

La violencia visible u oculta en las escuelas actualmente es un tabú en nuestro país. Sabemos que al interior de cada institución se gesta de manera indistinta, donde algunos alumnos se aprovechan o hacen uso de ella, mientras otros la sufren. Los padres, en realidad, no saben cómo es el comportamiento y la interacción de sus hijos con sus compañeros tanto dentro como fuera del aula; pero aún es más incierto lo que aprenden de manera cotidiana entre pares. En la secundaria se establecen muchas interrogantes sobre el desempeño académico de los alumnos así como los efectos que produce en la formación de nuevas generaciones, en otras palabras, los padres se interesan más por la superficie de la vida escolar que por su contenido real (Jackson, 1975:14).

 

En pleno siglo XXI es poco lo que se sabe en México sobre la violencia escolar; entre las escasas investigaciones se encuentran la de Gómez (1996) sobre primaria y la de Prieto (2003) sobre secundaria. Sin embargo, al interior de las escuelas cada vez hay más violencia y, en algunas ocasiones, se sabe de hechos que son muy evidentes y no se pueden ocultar porque salen a la luz pública, por ejemplo:

 

Cuatro alumnos de secundaria, el 14 de febrero, fueron por una compañera para ir a una fiesta de la cual no regresó. A las setenta y dos horas después, fue localizada por la policía semienterrada, con lesiones de ultraje y machetazos.

 

Aún estaba con vida. Los agresores hicieron su declaración a la prensa y dijeron que "Era una presumida y nos quería ningunear. Nos caía gorda". Ambos estudiantes fueron confinados en el centro de rehabilitación para menores infractores (Ibarra, 1998:33).

 

El caso descrito no es aislado, es uno de tantos pero que se quedan como una noticia más. El significado de los valores se ha transformado, los jóvenes han aprendido -por su contexto familiar, social y cultural- a llamar a las acciones bajo otros conceptos: "La agresión es un juego; las armas juguetes; el dolor algo intrascendente" (Guevara, 1998:5).

 

Desde luego, el fenómeno de la violencia escolar no es nuevo; si hacemos un recuento personal recordaremos que en más de una ocasión fuimos víctimas y en otras agresores y, al pasar el tiempo -que es lo más grave- pensamos que formaba parte de la cultura escolar.

 

Existen países, sobre todo europeos, pioneros en la investigación sobre el tema, donde se le denomina moobbing (en Noruega y Dinamarca) o mobbnig (en Suiza y Finlandia). Su raíz es de origen inglés, mob refiere a un grupo, generalmente grande y anónimo, que se dedica al asedio (Henemann, 1972; Olweus, 1973). Pero el término se ha empleado a menudo para definir a una persona que atormenta, hostiga o molesta a otra. Aquí debe mos diferenciar del término bullying, que sólo se usa cuando existe un desequilibrio de fuerzas (una relación de poder asimétrico), donde el o los alumnos que están expuestos a acciones negativas tienen dificultad para defenderse; en cierta medida, se encuentran inermes ante el o los compañeros que le acosan (Olweus, 1973 y 1978).

 

Sin embargo, a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado, el fenómeno de la violencia escolar empezó a tener una mayor atención en las investigaciones en otros países.1 Los niveles de análisis varían así como la forma de abordar el fenómeno desde sus distintas modalidades (incivilidad, indisciplina, acoso, hostigamiento, maltrato, exclusión, racismo, intolerancia, etcétera) pero en todos se enfatiza la influencia de los factores sociales, familiares, culturales y escolares en la vida cotidiana de los alumnos en su comportamiento y en la socialización con sus pares.

 

Se anexa documento completo en pdf.

 

FUENTE:
Revista Mexicana de Investigación Educativa

http://redalyc.uaemex.mx/pdf/140/14002703.pdf