Mitos y Realidades

Última actualización [06/09/2011]



Mitos y verdades del vino


Alrededor del vino se han construido muchos mitos. Todos crecemos con ciertos preconceptos sobre los vinos y algunas características que pensamos que son así sin cuestionárnoslo demasiado, cuando en realidad quizás no sean ciertas. De derrumbar estas malas ideas se trata este post, porque una cosa es lo que creemos que es verdad y otra cosa totalmente distinta es la verdad. Uno de los grandes mitos está asociado a la calidad del vino y sus "piernas", es decir, los zurcos de vino que quedan contra las paredes de la copa cuando la agitamos. Mucha gente dice que si el vino queda contra las paredes de la copa esto es símbolo de su buena calidad. Pero en realidad esto ocurre porque el alcohol se evapora y el líquido remanente baja por los costados. Por lo tanto, esta es una simple señal de que el vino tiene alcohol, nada más.

El vino añejado es mejor que el vino Joven

 

No todos los vinos requieren añejamiento. De hecho, muchos vinos son destinados a ser bebidos jovenes ya que no requieren añejamiento. Por lo general, los vinos tintos que tienen taninos altos son los únicos vinos que requieren añejamiento. Hay también algunos vinos blancos que se beneficiarán con el añejamiento, pero en general están destinados a ser bebido joven también. Hay también los vinos que saben peor después de haber sido guardados por años.

 

El vino tinto nunca se debe enfriar

 

El vino tinto se debe de beber a temperatura ambiente y el blanco frío. Aunque esta idea no es necesariamente errónea su interpretación si lo es. La temperatura ideal de un vino tinto ronda los 16 grados Celsius. Muchos profesionales recomiendan que si no se poseen accesorios que permitan medir la temperatura del vino entonces se coloque el vino tinto por 5 a 15 minutos en el refrigerador antes de consumirlo y el blanco de 20 a 30 minutos.

 

No se puede establecer la calidad del vino observando las "lágrimas"

 

Cuando se mueve una copa de vino en los bordes de la misma queda vino que luego forma lágrimas que están formadas por alcohol y agua, el alcohol se evapora y lo que queda es el agua que cae lentamente hasta llegar a encontrarse nuevamente con el resto del vino que descansa en la copa. Este "fenómeno" no es un parámetro para medir la viscosidad o calidad del vino.

 

Oliendo el corcho del vino te dirá si el vino está en buen estado

 

El corcho huele a corcho y por lo tanto no puede dar una indicación de la calidad del vino. Es el vino lo que se debe oler, el corcho se le da al comensal para que lo examine, para que chequee que el logo que aparece en él sea el de la bodega, que vea si está dañado o comprometido, en fin, para que pueda verlo en detalle.

 

No se pueden añejar vinos que no estén tapados con otro material que no sea corcho.

 

Al parecer esto no es así, las tapas a rosca, por ejemplo permiten una oxigenación menor del vino lo que a largo plazo significa que el vino se puede añejar por más tiempo sin perder sus características.

 

La fruta que describe al vino fue usada en el proceso de producción

 

A no ser que estén comprando un vino elaborado con otra fruta que no sea uva, el vino estará elaborado con la variedad de la uva que aparece en la etiqueta, y no con las frutas usadas para describirlo. Es similar a lo que sucede con los saborizantes artificiales, que tenga el mismo sabor que determinada fruta no quiere decir que la fruta en cuestión esté dentro de los ingredientes del producto, por lo tanto, cuando se lee en la etiqueta "notas de cereza, vainilla y frutilla" quiere decir que el productor está describiendo el gusto, el sabor del vino.

 

FUENTE:      Mundo Vinos

http://www.mundo-vinos.com.ar/Mitos-Verdades-vino.php