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Última actualización [18/11/2009]



Alcohol y disponibilidad en la fiesta adolescente


ARGENTINA

Analizar la disponibilidad ideal de bebidas alcohólicas para una fiesta juvenil con el objetivo de conocer los límites de la permisividad al alcohol dentro de una situación habitual. Material y métodos. Se realizó una encuesta autoadministrada en 2.186 estudiantes de la Provincia de Buenos Aires. Resultados. Los resultados señalaron que el 66,3% de los adolescentes consideraron socialmente adecuadas las cantidades de cerveza que superaban los 100 cc de alcohol absoluto por persona en cada encuentro.

 

El mismo cálculo, pero con bebidas destiladas y vino, alcanzó este límite en un 50% aproximadamente. Conclusiones. Se concluyó que una proporción significativa de las fiestas adolescentes se organizan con niveles de disponibilidad alcohólica pautados como socialmente aceptables y que, sin embargo, implican niveles de intoxicación naturalizados para la socialización adolescente. Esta percepción es considerada como campo relevante de la acción preventiva de los problemas de abuso de alcohol.

 

Introducción

Datos epidemiológicos comparables de la alcoholización en Argentina, en los últimos 30 años, documentaron la presencia de cambios en los patrones sociales de consumo y abuso de alcohol. A partir de considerar los diferentes tipos de bebidas disponibles, el vino, bebida paradigmática ligada a la inmigración italiana y española, retrocedió significativamente de 80,1 litros por habitante y año en 1966 a 32,4 en 2003. Mientras que las cervezas aumentaban en el mismo período de 9,5 litros en 1966 a 36 litros por habitante y año en 20031.

 

Estos cambios desde el campo de la venta de bebidas alcohólicas supusieron transformaciones que involucraron los rituales sociofamiliares. La relación del vino con la comida, tradicional en Argentina, que acotaba la frecuencia y cantidad de la ingesta a una oportunidad sujeta a la mirada familiar cedió el lugar a un nuevo escenario, exclusivamente juvenil, ligado a la bebida episódica y excesiva que transcurre por la cerveza y por bebidas destiladas mezcladas con gaseosas y bebidas energizantes. En cualquiera de los casos, la apetencia de los efectos farmacológicos para la exaltación y desinhibición se aproximó a los modelos culturales anglosajones de bebida por la ebriedad, diferenciándose del clásico pattern de consumo mediterráneo. De esta forma, los estudios en la población general2-4 registraron cambios, incluso en los abusadores, que pasaron del exceso cotidiano al intermitente (tabla 1).

 

Acorde con estos cambios del patrón de ingestión se observó en los estudios de los últimos años que el impacto del alcohol en emergencias hospitalarias5 mostró una morbilidad predominante en lesiones por violencia y en accidentes asociados al descontrol con

el alcohol, mientras que los problemas relacionados con historias de alcoholización cotidiana, como las gastritis, las polineuropatías o incluso el síndrome de abstinencia al alcohol, fueron significativamente menores.

 

La naturalización en la cultura juvenil del abuso de alcohol fue estudiada en una muestra de jóvenes estudiantes de la Provincia de Buenos Aires realizada sobre los principales distritos urbanos. Se indagaron los límites de la disponibilidad ideal de bebidas alcohólicas de una fiesta juvenil para conocer los niveles de aceptación cultural del uso y abuso del alcohol dentro de una situación socialmente controlada (una fiesta de estudiantes dentro de una casa familiar).

 

Se anexa investigación completa en pdf.

 

FUENTE:
 Psiquiatria.com/Adicciones

http://www.psiquiatria.com/articulos/adicciones/alcohol/43278/