CIUDAD DE MÉXICO, 31 de octubre.- Desde los primeros resultados de la aplicación del Programa Conduce sin Alcohol en la Ciudad de México, este modelo de prevención de accidentes y reducción de ingesta de alcohol se ha querido replicar en otras entidades del país.

A ocho años de operación en el DF, el llamado alcoholímetro ha reducido la mortalidad por accidentes en una tercera parte.

“Quiere decir que de esos más de 90 mil individuos que hemos puesto fuera de circulación por andar tomados y manejando, muchos de ellos hubieran muerto si no los hubiera detenido el alcoholímetro”, ha explicado Othón Sánchez Cruz, director de Programas Preventivos de la SSP-DF.

Sin embargo, en algunos casos como Chihuahua, a pasar de la aplicación de sanciones económicas y tratamientos obligatorios en grupos de autoayuda como AA, los accidentes provocados por el alcohol no bajan.

Aunque también existen otros ejemplos como Michoacán, donde a tres años de su aplicación se han cumplido sus objetivos.

En otros más como Coahuila, la presencia del crimen organizado ha provocado que se dejen de aplicar. Saltillo, por ejemplo, es el municipio en el que más veces se ha suspendido este programa, pero al igual que en el DF son los lugares donde se incrementa el número de mujeres detenidas por la ingesta de alcohol.

Por su parte, Quintana Roo es uno de los estados donde ya se aplica con cierto éxito. En Cozumel, por ejemplo, se efectúa en dos puntos fijos donde se llevan a cabo acciones integrales.

Sobre este comportamiento, Othón Sánchez Cruz, director de Programas Preventivos de la SSP-DF, justifica que el modelo que se aplica en el DF no puede ser similar para otros estados de la República por sus características sociodemográficas.

“El modelo capitalino es único. Las condiciones sociopolíticas de otros estados no permiten que opere en esos lugares, sin embargo, quien quiera dentro de los estados que lo ayudemos con capacitación, debe tener un traje a la medida”, argumenta el director de Programas Preventivos de la SSP-DF.

Al citar los ejemplos de Aguascalientes, Jalisco, Quintana Roo y Puebla, donde se han tenido avances, Sánchez reitera que no tienen el mismo patrón que el DF.

“Aquí (en el DF) se cuidó desde que se legisló para que pudiera tener un respaldo jurídico su aplicación hasta el equipo que se ocupó en un inicio, las ambulancias, las patrullas, las motocicletas”, reitera el funcionario de la SSP-DF.

Los últimos datos

En estos ocho años de funcionamiento del programa Conduce sin Alcohol, detalló Sánchez Cruz, se han aplicado más de dos millones 600 mil entrevistas, se han aplicado 590 mil pruebas de las cuales más de 95 mil han resultado positivas y los infractores llevados al Centro de Sanciones Administrativas, el famoso El Torito.

De las más de 95 mil remisiones, aseguró el director de Aplicación de Programas Preventivos de la SSP-DF, siete mil son mujeres.

“El grado de violencia que presentan cuando las detenemos y la conducta tan irregular e inadecuada se presenta más en las mujeres muy jóvenes alcoholizadas”, expuso Sánchez Cruz.

A revisión

Hace unas semanas dentro del primer foro “Reflexiones sobre políticas públicas y reformas legislativas en materia de adicciones”, autoridades del DF, legisladores, especialistas y organizaciones civiles analizaron este programa. Las reformas que se pusieron sobre la mesa fueron que se cobren multas y se ofrezcan tratamientos a reincidentes o a personas con adicción.

“(Las sanciones económicas) probablemente podrían ser otra evolución del programa, pero eso tendría que legislarse para que realmente sea aprobado, que haya multas, pero eso tendría que ser legislado”, dijo Marcela López Cabrera, directora del Instituto para la Atención de la Adiciones en la Ciudad de México (IAPA).

Por su parte, el director de Programas Preventivos de la SSP-DF y responsable del alcoholímetro dijo a este diario que esta dependencia acataría cualquier legislación que fije multas, aunque sostuvo que éste tiene que seguir siendo un programa preventivo y no represivo al considerar el cobro de multas.

“Si me dicen: ‘mañana, además de cárcel les vas a cobrar tres mil pesos’, así lo haré. Yo no creo que la respuesta esté en un programa represivo y que cobremos multas y cárcel y demás; creo que le debemos de apostar a la educación”, expuso al finalizar su exposición en este foro.

Sin embargo, como ha quedado demostrado en entidades como Chihuahua, incrementar multas y tratamientos obligatorios no reducen las detenciones de personas que manejan alcoholizadas.

En Quintana Roo llaman a familiares

En Cancún y Chetumal, la Secretaría de Seguridad Pública aplica el alcoholímetro de viernes a domingo. La dependencia indicó que el objetivo de esta medida no es detener personas sino salvar vidas.

El proceso inicia con la instalación de varios puntos de revisión en lugares concurridos como el Bulevar Bahía y la posterior revisión a los automovilistas que deben soplar en una boquilla que muestra la cantidad de alcohol, por miligramo, que hay en el organismo. A partir del nivel .08 se considera estado de ebriedad y no apto para operar un automotor.

A quienes no pasan la prueba se les solicita un número telefónico para que algún familiar asista en su ayuda o en todo caso se designa a un conductor sobrio de entre sus acompañantes. Incluso en algunos casos un elemento de seguridad lo transporta a su domicilio.

En Cozumel se realizan acciones integrales en dos puntos estratégicos de la ciudad para prevenir accidentes. En Isla Mujeres hay operativos permanentes en zonas cercanas a las discotecas, con el objetivo de cuidar la integridad de los habitantes de la ínsula.

Morelia: previenen en antros

En 2007 se puso en funciones en Morelia el alcoholímetro, con el fin de reducir el índice de accidentes automovilísticos, muertes y lesionados generados por el abuso de alcohol.

El operativo está a cargo de la Dirección de Tránsito Municipal, a través de un dispositivo a las afueras de los antros de la ciudad.

Los uniformados tienen la responsabilidad de evitar que las personas alcoholizadas manejen sus automóviles y promueven la cultura de un conductor designado, tal como ocurre en ciudades donde este tipo de operativos han tenido gran éxito.

Según cifras de Tránsito, en 2010, en los 137 operativos del alcoholímetro, se aplicaron cuatro mil 810 pruebas y se levantaron dos mil 338 infracciones a conductores en estado de ebriedad. Debido a que 49% de los conductores que aplicaron la prueba dieron positivo, 530 autos fueron remitidos al corralón y recibieron además la multa de 35 salarios mínimos por conducir bajo los influjos del alcohol.

En el informe de 2010, se destacan tres mil 525 accidentes de tránsito, en los cuales resultaron lesionados mil 12 personas y 22 fallecieron.

Torreón, sólo fin de semana; Saltillo; suspendido

El alcoholímetro se aplica en algunos municipios de Coahuila dependiendo de los reglamentos de Tránsito y Vialidad de cada ciudad. La mayoría de los ayuntamientos lo pone en práctica para reducir las muertes y el número de accidentes por la ingesta de alcohol.

Sin embargo, en Saltillo, los operativos se han suspendido debido al incremento de hechos violentos, y en Torreón el fin que se persigue es evitar accidentes de consecuencias fatales.

Los operativos se realizan los fines de semana en los sitios más transitados.

Inclusive los percances ya no se registran por la noche, la mayoría de los jóvenes se han visto involucrados en horarios matutinos.

Quienes sobrepasan los niveles de alcohol son remitidos al Tribunal de Justicia Municipal, órgano encargado de determinar las sanciones a las que deberán de ser sometidos hombres y mujeres que conduzcan en estado inconveniente. Cada semana en Torreón son detenidas alrededor de ocho mujeres por conducir en estado de ebriedad.

Los operativos buscan crear conciencia de no manejar en estado de ebriedad. La participación de médicos es indispensable.

La multa depende de alcohol

En León se aplicó por primera vez la prueba hace siete años. Paulatinamente se ha aplicado en toda la entidad.

Según el nivel de alcohol que detecte el aparato, será el nivel de la sanción, de acuerdo con lo informado por el director de Tránsito y Trasporte del Estado, Martín Moreno.

Estableció que según el reglamento el costo de la multa va de los 100 a 120 salarios mínimos, lo que equivale a seis mil 536 pesos en la máxima sanción.

Por aliento alcohólico la multa es de 10 a 15 salarios mínimos, es decir, de 544 a 817 pesos.

El reglamento marca que el vehículo conducido por un infractor de esta naturaleza, en caso de que vaya sin acompañante sobrio, quedará retenido y se retirará la licencia de manejo durante 180 días.

Para la aplicación de multas a conductores en estado de ebriedad, el reglamento de Tránsito de Guanajuato señala dos niveles: aliento alcohólico y estado de ebriedad.

De acuerdo con el funcionario estatal, en Guanajuato las personas en estado de ebriedad presentan 0.08 por ciento o más de alcohol en la sangre, y se les considera no aptos para manejar.

Percances no logran decrecer

A pesar de que conducir ebrio en Chihuahua conlleva multas de seis mil pesos, cancelación definitiva de la licencia de conducir y asistencia obligatoria a Alcohólicos Anónimos, los accidentes y arrestos a ebrios no disminuyen.

Para las autoridades, el problema no se reduce, porque la lucha para inhibir esta falta no puede contra la publicidad masiva de bebidas embriagantes y los múltiples expendios de licor.

En Ciudad Juárez cada semana se contabilizan en promedio más de 80 accidentes provocados por conductores ebrios.

En la capital del estado las cifras no son halagüeñas, ya que de acuerdo con el comandante Daniel Herrera Solís, cada fin de semana, de viernes a sábado “y a veces hasta los domingos”, entre 70 y 80 conductores son remitidos a las celdas por conducir en estado de ebriedad.

Son los hombres quienes cometen más esta falta de vialidad, lo cual se refleja en las celdas, ya que mientras las destinadas a los varones tienen un cupo de hasta 100 personas con cinco crujías, en la destinada a las mujeres solamente se instaló un cuarto enrejado.