Aguascalientes, Ags.- Ante el preocupante problema social derivado de algunas adicciones, como son el alcoholismo y la drogadicción, la Iglesia Católica llevará a cabo un estudio -que será piloto a nivel nacional- sobre la realidad que priva en la región, sobre todo para colaborar en su combate y prevención, dio a conocer ayer el Obispo José María de la Torre Martín.

A través del Observatorio de la Diócesis de Aguascalientes se efectuarán estas tareas, para lo cual se emprenderán recorridos por colonias, barrios y fraccionamientos enclavados en la mancha urbana y periferia, así como por poblados y comunidades rurales en los municipios del interior, para identificar exactamente cuántas personas consumen drogas o son alcohólicas.

En rueda de prensa semanal, el Pastor Diocesano explicó que se definirán diversas estrategias para respaldar a todas aquellas personas que han caído en las garras de la drogadicción y el alcoholismo, con el propósito de que puedan contar con un programa de rehabilitación.

"El objetivo central es evitar que estos problemas sigan en aumento", añadió el Prelado, quien sostuvo que es en el seno del hogar donde aprendemos a amar, a ser solidarios y fraternos con nuestros semejantes, pero también donde se puede marcar negativamente toda la vida de las personas.

Se trata de un programa piloto de alcance nacional y se tendrá el apoyo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cuyas oficinas centrales se encuentran ubicadas precisamente en Aguascalientes.

A propósito de El Día Nacional de la Familia, que se celebra el primer domingo de marzo de cada año, el Pastor Diocesano sostuvo que el ser humano está hecho para amar. La tarea fundamental del ser humano es amar; una tarea tan importante y decisiva que de ella depende la realización y felicidad de las personas; cuando no amamos, perdemos piso y el rumbo, nos degradamos y nos deshumanizamos; si nos queremos un poco, tenemos que amar y enseñar a amar desde los primeros años en la familia.

Es en la familia donde aprendemos a amar, donde se puede recibir la educación más eficaz y duradera, pero también donde se puede marcar negativamente toda la vida de las personas; es importante para todos tomar conciencia de que el ambiente concreto que rodea y respiran los niños se convierte en una verdadera escuela de comportamientos y de actitudes.

Si un niño crece respirando hostilidad, aprende a pelear y a buscar con violencia lo que desea; si vive en un ambiente de continúa reprobación, aprende a condenar; si se desarrolla entre celos, aprende a ser envidioso; si vive con temor, aprende a ser aprensivo; si crece rodeado de burlas, aprende a ser tímido; si lo rodean personas que se avergüenzan, aprende a sentirse culpable, sostuvo el Pastor Diocesano.

El niño que respira amor, aprende a apreciarse; el que vive entre estímulos, aprende a tener confianza en sí mismo; si crece con aprobación aprende a aceptarse como es; si experimenta aceptación, aprende a caminar con esperanza; si recibe reconocimientos, aprende a superarse poniéndose metas; si crece en la tolerancia aprende a ser paciente. Si un niño crece en ambiente donde se comparte, aprende a ser generoso; si respira honestidad y verdad, aprende a confiar en quienes lo rodean; si percibe amistad, aprende que los demás pueden ser amigos; si vive con serenidad, aprende a tener tranquilo el espíritu; si respira un ambiente de perdón, aprende a enderezarse y a levantarse.

Monseñor de la Torre Martín dijo que el gran privilegio del ser humano es poder amar. El amor hace que las personas saquen lo mejor que tienen y lo pongan al servicio de los demás; el que ama vive para los demás, no para sí mismo; el que ama constata que amando así se supera desde dentro, se realiza y experimenta felicidad. El amor da rumbo y sentido auténtico a la atracción del sexo opuesto, a la sexualidad, a los sentimientos, a toda actividad humana; con razón San Agustín decía "ama y haz lo que quieras" porque estaba seguro de que el amor auténtico siempre construye.

¿Qué ambiente están respirando los niños en nuestras familias? ¿Qué comportamientos y actitudes está moldeando en los niños lo que ven y oyen en la familia? No olvidemos que, para bien o para mal, las bases de la personalidad se ponen en los primeros años de vida.

"Si nos queremos, luchemos para que nuestra familia y las que nos rodean lleguen a ser realmente una escuela donde todos sus miembros aprendan a amar. En manos de cada familia está luchar por lograrlo", sostuvo el Obispo.

POR OTRO lado, la familia sigue siendo la mejor escuela para formar a las nuevas generaciones de hombres y mujeres de bien, sostuvo el Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín.,

Ante el preocupante problema social derivado de algunas adicciones, como son el alcoholismo y la drogadicción, la Iglesia Católica llevará a cabo un estudio -que será piloto a nivel nacional- sobre la realidad que priva en la región, sobre todo para colaborar en su combate y prevención, dio a conocer ayer el Obispo José María de la Torre Martín.

A través del Observatorio de la Diócesis de Aguascalientes se efectuarán estas tareas, para lo cual se emprenderán recorridos por colonias, barrios y fraccionamientos enclavados en la mancha urbana y periferia, así como por poblados y comunidades rurales en los municipios del interior, para identificar exactamente cuántas personas consumen drogas o son alcohólicas.

En rueda de prensa semanal, el Pastor Diocesano explicó que se definirán diversas estrategias para respaldar a todas aquellas personas que han caído en las garras de la drogadicción y el alcoholismo, con el propósito de que puedan contar con un programa de rehabilitación.

"El objetivo central es evitar que estos problemas sigan en aumento", añadió el Prelado, quien sostuvo que es en el seno del hogar donde aprendemos a amar, a ser solidarios y fraternos con nuestros semejantes, pero también donde se puede marcar negativamente toda la vida de las personas.

Se trata de un programa piloto de alcance nacional y se tendrá el apoyo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cuyas oficinas centrales se encuentran ubicadas precisamente en Aguascalientes.

A propósito de El Día Nacional de la Familia, que se celebra el primer domingo de marzo de cada año, el Pastor Diocesano sostuvo que el ser humano está hecho para amar. La tarea fundamental del ser humano es amar; una tarea tan importante y decisiva que de ella depende la realización y felicidad de las personas; cuando no amamos, perdemos piso y el rumbo, nos degradamos y nos deshumanizamos; si nos queremos un poco, tenemos que amar y enseñar a amar desde los primeros años en la familia.

Es en la familia donde aprendemos a amar, donde se puede recibir la educación más eficaz y duradera, pero también donde se puede marcar negativamente toda la vida de las personas; es importante para todos tomar conciencia de que el ambiente concreto que rodea y respiran los niños se convierte en una verdadera escuela de comportamientos y de actitudes.

Si un niño crece respirando hostilidad, aprende a pelear y a buscar con violencia lo que desea; si vive en un ambiente de continúa reprobación, aprende a condenar; si se desarrolla entre celos, aprende a ser envidioso; si vive con temor, aprende a ser aprensivo; si crece rodeado de burlas, aprende a ser tímido; si lo rodean personas que se avergüenzan, aprende a sentirse culpable, sostuvo el Pastor Diocesano.

El niño que respira amor, aprende a apreciarse; el que vive entre estímulos, aprende a tener confianza en sí mismo; si crece con aprobación aprende a aceptarse como es; si experimenta aceptación, aprende a caminar con esperanza; si recibe reconocimientos, aprende a superarse poniéndose metas; si crece en la tolerancia aprende a ser paciente. Si un niño crece en ambiente donde se comparte, aprende a ser generoso; si respira honestidad y verdad, aprende a confiar en quienes lo rodean; si percibe amistad, aprende que los demás pueden ser amigos; si vive con serenidad, aprende a tener tranquilo el espíritu; si respira un ambiente de perdón, aprende a enderezarse y a levantarse.

Monseñor de la Torre Martín dijo que el gran privilegio del ser humano es poder amar. El amor hace que las personas saquen lo mejor que tienen y lo pongan al servicio de los demás; el que ama vive para los demás, no para sí mismo; el que ama constata que amando así se supera desde dentro, se realiza y experimenta felicidad. El amor da rumbo y sentido auténtico a la atracción del sexo opuesto, a la sexualidad, a los sentimientos, a toda actividad humana; con razón San Agustín decía "ama y haz lo que quieras" porque estaba seguro de que el amor auténtico siempre construye.

¿Qué ambiente están respirando los niños en nuestras familias? ¿Qué comportamientos y actitudes está moldeando en los niños lo que ven y oyen en la familia? No olvidemos que, para bien o para mal, las bases de la personalidad se ponen en los primeros años de vida.

"Si nos queremos, luchemos para que nuestra familia y las que nos rodean lleguen a ser realmente una escuela donde todos sus miembros aprendan a amar. En manos de cada familia está luchar por lograrlo", sostuvo el Obispo.

POR OTRO lado, la familia sigue siendo la mejor escuela para formar a las nuevas generaciones de hombres y mujeres de bien, sostuvo el Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín.,