En declaraciones a hidrocalidodigital, la directora del organismo de apoyo a las personas con problemas de alcoholismo y farmacodependencia, aseguró que los resultados del estudio más reciente sobre las adicciones, confirmaron que los consumos de alcohol que se registran en Aguascalientes, se ubican muy por encima de la media nacional.

Precisó que el hecho de que poco más del 30 por ciento de los habitantes del Estado consuman alcohol, no significa que el alcoholismo alcance ese mismo nivel, sino que corresponde únicamente a consumos desde bajos y muy moderados hasta los mismos elevados.

El consumo de alcohol que se reporta para Aguascalientes, sí está por encima de la media nacional y, por lo mismo, es importante que se trabaje desde la misma familia en lo que es la prevención de los consumos constantes y exagerados, que es en sí lo que constituye el problema por las consecuencias que eso puede traer, tanto en la salud como en la integridad de las personas que toman alcohol, como en la productividad en las empresas, señaló.

Jiménez Salazar sostuvo que es preocupante el hecho de que nueve de cada diez personas alcohólicas, iniciaron o adquirieron el nocivo hábito de consumir bebidas embriagantes en la misma casa, lo que significa que de alguna manera hay tolerancia entre los padres, a que ahora desde temprana edad los muchachos tengan contacto con las bebidas etílicas, pues incluso se ha reducido la edad de inicio en los consumos.

Señaló que de acuerdo a lo que refieren las personas que acuden a los Centros de Integración Juvenil en busca de ayuda para tratar la enfermedad del alcoholismo, la mayoría de los tomadores empezaron a tener contacto con el alcohol por cuestiones familiares, por sentirse parte y aceptados en los grupos de personas con las que conviven y por cuestiones de carácter social.

El problema con el alcohol no es que se consuma por los jóvenes y aún por muchos adultos, sino la forma en la que se hace y la frecuencia con la que se recurre a las bebidas con contenido de alcohol, pues eso es lo que hace que evolucione el problema hasta llegar al punto en el que se puede volver incontrolable la manera de beber, destacó la directora de los Centros de Integración Juvenil en el Estado.

Mencionó por último, que si hasta hace unos cuantos años los jóvenes empezaban a tomar alcohol a partir de los 15 o 16 años, ahora lo están haciendo prácticamente desde los 13 o 14, en muchos de los casos y de manera lamentable con el consentimiento mismo de los padres, quienes reconocen su garrafal error cuando ya se tienen problemas en la manera de beber y en la conducta misma de los adolescentes.