Mencionó que en Estados Unidos se ha logrado reducir hasta en 21 por ciento el hábito de fumar entre los adolescentes de 15 y 16 años de edad, mediante la Ley Synar de 1996, que prohíbe la venta de tabaco a menores y estableció multas efectivas para los infractores.

Para Rodríguez Torres, lo preocupante es que el tabaquismo y el alcoholismo entre los adolescentes actúan como puerta de entrada para el consumo de otras drogas.

El dirigente ecologista destacó también que el cigarro contiene cerca de cuatro mil químicos venenosos y mortíferos, y el consumo de uno solo genera la pérdida de 11 minutos de vida en promedio, sin embargo -dijo-, en la Ciudad de México hay más de dos millones de fumadores de entre 12 y 45 años de edad.

Consideró que la falta de vigilancia en el cumplimiento de las disposiciones oficiales y la ausencia de las sanciones a los responsables contribuyen a que en el Distrito Federal, los menores consigan los cigarros en la mayoría de los comercios sin problema alguno.

Señaló, por último, que los operativos de supervisión de las autoridades capitalinas deben ir acompañados por incentivos y campañas más agresivas para fomentar el deporte entre los jóvenes y los niños de la ciudad.