TEQUILA, JALISCO.- “Tequila La Cofradía”, una de las firmas tequileras que le han apostado a la Ruta del Tequila y del Paisaje Agavero, gradualmente consolida uno de sus productos más originales: el Tour de los Sentidos, una peculiar experiencia por las noches con el proceso de producción de la bebida emblemática de Jalisco y de México en el mundo.

Lo especial de esta experiencia se deriva de que por la noche se tiene una atmósfera especial en las instalaciones tequileras, según lo explica el director general de esta corporación (instalada en la ciudad de Tequila), Carlos Alfonso Hernández Ramos.

En cuanto a planes de este año, indicó que se pretende recuperar el segmento de mercado que se perdió en 2009 por los problemas económicos y de la contingencia sanitaria. En el caso de su empresa, dijo que se tuvo un descenso de 30% en el turismo en comparación con 2008, cuando se captaron 60 mil visitantes.

Explicó que el Tour de los Sentidos puede tener varias alternativas al gusto del visitante, desde el inicio con una cena con platillos aderezados con mezcal azul —como el alambre al agave—, u otras variantes como su realización en plena madrugada.

La finca de “La Cofradía”, una antigua huerta de mangos al borde de una pequeña meseta, se presta para agudizar los cinco sentidos: desde la vista sobre el entorno en penumbra, el olfato en contacto con los olores del agave crudo y cocido, el poder oír un sinnúmero de sonidos bajo el cobijo de la oscuridad, y los colores del tequila en sus tonalidades de licor blanco, reposado y añejo.

Además, el visitante tiene la oportunidad de pernoctar en un hotel-boutique instalado a unos pasos de la fábrica y del Museo de Sitio de esta empresa, donde se expone la historia e identidad del tequila, y se da a conocer el perfil de “La Cofradía” como destilería.

Dentro de la dinámica del recorrido juegan un papel especial las explicaciones de los guías a lo largo de la fábrica (que remiten a la leyenda del tequila como regalo al ser humano de la diosa Mayahuel), cuando se aprecia la

molienda, la fermentación, destilación y envasado.

Un momento especial es la degustación de tequila blanco, reposado y añejo, en la que el visitante tiene un contacto sensorial con todo lo que implica el tequila como licor destilado.

Esta cata se realiza al interior de la cava de reposo de “La Cofradía”, donde se exhiben también todas las marcas ya envasadas del portafolio de esta destilería, que incluye desde botellas austeras hasta envases de lujo en cerámica o repujado. Además hay una exposición de artesanías de la región, como productos de plata, obsidiana y madera.