MÉXICO.- Ayer por la mañana los directivos regiomontanos de Fomento Económico Mexicano (FEMSA) se levantaron temprano y a los cuatro vientos bursátiles gritaron “Uw gezondheid!”, la proclama que los holandeses usan para expresar lo mismo que los mexicanos queremos decir cuando elevamos una bebida y proclamamos “¡Salucita!”.

Hay un buen motivo, pues el proyecto de fusión de FEMSA dentro de Heineken ha superado su principal obstáculo potencial: “La Comisión Federal de Competencia (CFC) ha autorizado sin condiciones el intercambio estratégico del 100% de las acciones de las operaciones de cerveza propiedad de FEMSA por una participación en Heineken bajo los términos descritos en los comunicados de FEMSA de enero 11, 2010”.

Dicho de otra forma, se está consolidando un prometedor y gigantesco acuerdo entre las dos cerveceras que, entre otras cosas, involucra el ingreso abierto de la bebida holandesa a dos de los países que consumen más cerveza: México y Brasil, como puntales para penetrar en el resto de América Latina, y la consolidación en Estados Unidos, además de una expansión de la cartera de productos a distribuir en todo el mundo.

A los mexicanos también les beneficia. Serán socios minoritarios (20%) de un negocio mundial cada vez más redituable y concentrado, que llevará marcas como Sol, Tecate, XX y Bohemia a otros continentes, además de que obtendrán una envidiable liquidez económica para afianzar sus otros dos giros de negocio: la expansión de la producción de Coca Cola y todas sus marcas asociadas en el resto del continente, de la que ya son los principales embotelladores mundiales, fuera del corporativo estadounidense, y la expansión de las tiendas de conveniencias Oxxo, que ahora suman siete mil 300 establecimientos pero que en 2014 planean duplicarlos en el México.

¿Qué falta?

El comunicado emitido por FEMSA ayer a las 8:30 horas de Monterrey –que busca tener un impacto positivo en las cotizaciones bursátiles en México y Nueva York—añadió que “La transacción también ha sido autorizada por las autoridades comerciales relevantes en Estados Unidos (Hart-Scott-Rodino).

Se espera que la transacción concluya durante el segundo trimestre de 2010, y está sujeta a la aprobación de autoridades regulatorias en otras jurisdicciones relevantes (como Holanda), así como a la aprobación de los accionistas de FEMSA y de Heineken”.

Cuando concluya este proceso, se ha anticipado una reestructuración de las plantas productoras de FEMSA en México (Guadalajara, Monterrey, Navojoa, Orizaba, Tecate y Toluca), y en Brasil (Manaus, Pacatuba, Feira de Santana, Araraquara, Jacareí, Cuiabá, Ponta Grossa y Gravataí).

Previamente, hace tres semanas Heineken comenzó un proceso de recompra de acciones de la empresa, por un máximo de 100 millones de dólares, para entregarlas a FEMSA, como parte de la integración pactada.

En “el otro lado de la calle”, Grupo Modelo, la otra gran cervecera mexicana, estaría estudiando un acuerdo similar con la estadounidense-belga Anheuser-Busch InBev (AB InBev), para intercambiar acciones y el control de la empresa por un monto de 11 mil a 14 mil millones de dólares.

Por lo pronto, FEMSA ha levantado su vaso cervecero para brindar por el que consideran un exitoso negocio global que, casualmente, ocurre en la semana del año en la que se bebe más cerveza en México. Uw gezondheid!

PARA SABER MÁS

FEMSA Cerveza produjo cuatro mil millones de litros de cerveza en 2009, lo que le generó ventas por tres mil 407 millones de dólares. Tiene dos mil 210 trabajadores en Brasil, y 23 mil 915 en México.

QUIEREN DINERO Y BOLETOS

Exigen beneficios por estadio regio

MONTERREY, MÉXICO.- El Partido Nueva Alianza en el Congreso estatal de Nuevo León condicionó su apoyo a la desafectación del predio para la construcción del nuevo estadio del Monterrey a que se exija a Grupo FEMSA el pago de porcentajes por entrada al inmueble en beneficio del municipio de Guadalupe.

El verde de Heineken llegará este trimestre a combinarse con los amarillos de las cervezas de Cuauhtémoc Moctezuma.

Este proceso de integración empresarial, que le dará el control de la centenaria Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma a los holandeses de Heineken, a cambio de 20% de las acciones del la nueva cervecera de presencia mundial que quedarán en manos mexicanas, puede ser visto por “puristas” como una pérdida: una propiedad mexicana que queda en manos extranjeras.

Pero este juicio no es exacto. Frente a una globalización económica y cultural imparable, FEMSA es parte de un grupo de empresas mexicanas que han entendido que en su giro de negocios la asociación es fundamental para ampliar su presencia y evitar su desaparición.

Este camino lo han seguido varias tequileras mexicanas, por ejemplo.

Son parte de los mexicanos que están dispuestos a buscar un futuro mejor, aunque sea en otras tierras y con socios de otras nacionalidades.

Los que mejor han mostrado este carácter de conquista del extranjero, paradójicamente, son los millones de mexicanos que han emigrado hacia Estados Unidos por motivos de trabajo.