COPENHAGUE.— Unos 250 trabajadores de la firma cervecera danesa Carlsberg se pusieron en huelga debido a una nueva norma que les cierra el grifo de la cerveza: sólo podrán beberla en la hora de la comida, y no en horario laboral.

Según informó ayer la empresa, los empleados paralizaron su centro de trabajo y obstaculizaron la distribución de la bebida en todo Copenhague.

La cervecera decidió cerrar el grifo a sus empleados el 1 de abril. Quienes quieran beber cerveza a lo largo de su jornada deberán hacerlo sólo en sus 30 minutos de tiempo para comer, y sin emborracharse.

El freno a la distribución de esa bebida comenzó el miércoles, informó el portavoz de Carlsber, Jens Bekke.

Los conductores de camiones de la empresa se sumaron a la huelga por solidaridad con el resto de colegas.

Para ellos el alcohol en horas de trabajo siempre estuvo prohibido y la conducción sometida a exámenes de alcoholemia.

No obstante, los daneses no deben temer escasez de cerveza durante el fin de semana, dijo el vocero de una gran cadena de supermercados.

El problema es que lejos de disminuir, la molestia de los trabajadores de Carlsberg ha ido en aumento como revela un artículo publicado el 22 de marzo por el periódico danés Informatíon que reportó la negativa de los directivos de la cervecera a aumentar salarios. “Seiscientos empleados de Carlsberg se fueron a sus casas después de escuchar la respuesta en relación con las cero opciones de entablar negociaciones salariales,” dijo el diario.

La firma anunció la elección de representantes para el consejo de supervisión de la cervecería con presencia en medio centenar de países y 30 mil empleados.