Carlos Ramírez Sánchez, gerente de relaciones públicas de la empresa con sede en Pachuca, señaló que no existen instrumentos capaces de reducir su consumo por decreto, pero sí se puede impedir que se ponga en peligro al consumidor y a los demás.

“El programa va dirigido a cuatro tipos de público: Hacia los profesores para que estos lo transmitan a los estudiantes, a los padres de familia, a los alumnos en eventos masivos y a los consumidores a través de los establecimientos modelo para cerrar la pinza. Se hablará culturalmente sobre qué es el alcohol y su consumo”, dijo.

Uno de los objetivos que se tiene es llegar por lo menos a mil padres de familia de manera anual, además de capacitar a los trabajadores de sus 25 mil puntos de venta.

En eventos masivos han sostenido pláticas con las instituciones de mayor matrícula en la entidad, municipios, cámaras empresariales y asociaciones de padres.

Reveló que el abuso en el consumo para un niño de entre 12 y 13 años no permite que se termine de formar su cerebro, presentando problemas de retención en la escuela. El hígado por otro lado metaboliza un trago de vino por hora aunque, en caso de ser excesivo el consumo, trabaja de manera “antinatural” y por ello las resacas, que duran de 2 a 3 días para desechar residuos.

Enseñan cómo se debe realizar el consumo identificando bebidas, suaves como la cerveza, medias como los vinos de mesa; y altas como el Whiskey y Tequila.