De aplicarse el incremento al impuesto especial en el tequila, quedaría en 78% la carga impositiva a la bebida, con lo que prácticamente quebraría la industria, de la cual dependen más de 70,000 familias, observaron el presidente y el director del Consejo Regulador del Tequila (CRT), Miguel Ángel Domínguez y Ramón González, respectivamente.

Por el contrario, demandaron que el gobierno apoye a la industria tequilera con una política de fomento al consumo de la bebida para poder salir de la crisis, ya que con la caída de las

ventas, la actividad tiene prácticamente en bodegas la producción de un año, que son 300 millones de litros sin mercado.

El caso de España es un ejemplo a seguir, ya que los vinos quedaron gravados sólo con 16%, pero paralelamente se adoptaron políticas públicas que han impulsado varias regiones, tanto

en el sector agrícola, como en la industria y las exportaciones, cuando hubo el riesgo de terminarse la industria vitivinícola por la fuerte carga fiscal, acotaron.

Se ponen las pilas

La industria tequilera, enfatizaron, constantemente hace esfuerzos al avanzar en la lucha contra la adulteración de la bebida, mejorando la calidad, impulsando las exportaciones y

luchando contra la piratería en todo el mundo, ya que en muchos países se le ha reconocido como bebida original.

Tan sólo en la Unión Europea se han eliminado más de 100 marcas con tequila falso o adulterado, e incluso el gobierno de Alemania ya prohíbe que en ferias y exposiciones se ofrezca bebida con el nombre de tequila que no tenga la certificación de origen.

Además, los productores avanzan en impulsar el envasado de origen disminuyendo constantemente las ventas internacionales a granel, para que luego se envase en otros países, o bien, se adultere, detallaron.