Montreal, Canadá (13 septiembre 2010).- En Canadá, la estrategia antitabaco implementada por el Gobierno desde el año 2000 ha disparado las ventas de tabaco en el mercado negro, reducido los ingresos de las tiendas de conveniencia, generado una menor recaudación del País, y ha elevado el consumo entre jóvenes.

Actualmente, en Canadá el mercado ilegal representa 33 por ciento del mercado de tabaco.

Sin embargo, en Ontario la proporción es de 48 por ciento y en Québec de 40 por ciento, mientras que en México es de 3 por ciento.

Eric Gagnon, de la tabacalera Imperial Tobacco, establecida en Canadá, explicó que el incremento de impuestos al cigarro y la reglamentación excesiva han creado un campo fértil para un creciente mercado ilegal de tabaco, que no está sujeto a impuestos ni a reglamentaciones y que es operado por grupos delictivos.

Peter Seeman, presidente de la Coalición Nacional contra el Contrabando de Tabaco en Canadá, indicó que la situación en Canadá con respecto al tabaco puede suceder en cualquier país del mundo, incluyendo México.

"Siempre que hay una variación de precio que hace atractiva la diferencia entre los productos ilegales y los legales, motivará a las personas a comprar los productos más baratos, o a encontrar alternativas más baratas", advirtió.

Michel Gadbois, presidente de la Asociación de Tiendas de Conveniencia de Canadá, señaló que en Canadá 40 por ciento de las ventas anuales de las tiendas de este sector provienen del cigarro.

Por ello, al encarecerse el precio del producto por el incremento de los impuestos, sus ventas se reducen y su margen de ganancia cae hasta ser de entre 1.5 y 2 por ciento, lo cual provoca incluso el cierre de establecimientos.

"En los últimos 2 años se ha acelerado esta situación y han cerrado unas 3 mil, pero en el último año cerraron 2 mil establecimientos", comentó Gadbois.

Según expertos canadienses, si en México se aplica un incremento en el impuesto al tabaco, se dispararían los niveles de venta ilegal, y dado que ya existen los canales de distribución controlados por el crimen organizado, serviría fácilmente para financiar las acciones del narcotráfico.

En Canadá, el mercado legal de tabaco está amenazado por los llamados Pueblos Originarios, quienes gracias a los derechos concebidos por los tratados aborígenes y que les permite hacer lo que quieran en sus tierras, pueden dedicarse a la fabricación y venta de cigarros piratas.

Tal es el caso del corredor conocido como Kahnawake, una reserva en la que existen cientos de pequeños establecimientos que ofrecen cigarros elaborados en esta zona, ostentando ser de marcas reconocidas, pero a un precio hasta 60 por ciento más baratos que los de la marca original.