La tendencia alcista que presentaron las categorías de bebidas energéticas y deportivas en el país los últimos años se revirtió en 2010, pues de acuerdo con datos oficiales, durante la primera mitad del año la venta de estas bebidas se desplomó 46 por ciento.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) exponen que en el periodo enero-junio de este año se vendieron 127 millones de litros de estos productos contra los 186 millones comercializados en el mismo periodo de 2009.

Asimismo, el valor de la categoría donde se encuentran marcas como Red Bull, Monster, Gladiador, B:oots, Gatorade, Propel Water y Powerade, entre otros, también disminuyó 15 por ciento, al pasar de mil 658 millones a mil 430 millones.

De acuerdo con especialistas, el decrecimiento está influenciado por la “mala” publicidad que han tenido los productos energéticos debido a sus niveles de taurina y cafeína, los cuales al ser mezclados con alcohol provocan efectos nocivos para la salud.

Según la Cofepris, el consumo sin moderación de estas bebidas con alcohol puede provocar ansiedad, insomnio, taquicardias e incluso intoxicación por ingestas excesiva.

En esta coyuntura, la Secretaría de Salud está en vísperas de modificar la NOM 218, en busca de regular el consumo de estas bebidas y evitar que sean mezcladas con alcohol.

El año pasado, el volumen de venta de estas bebidas y las deportivas como Gatorade, Propel Water, Powerade y Jumex Sport, creció 6.3 por ciento, mientras que en términos de valor lo hizo 7.9 por ciento.

El principal productor de bebidas energéticas a escala global y en el país es Red Bull cuya participación, según datos del sector, alcanza más de la mitad del mercado.

Le siguen Monster (que distribuye Jumex) con 25 por ciento, Gladiador (Coca Cola) con aproximadamente 14 por ciento, y luego B:oots (Casa Cuervo), SoBe (Pepsico) y otras se reparten el resto del mercado.

Entre 2003 y 2008, el consumo nacional de las bebidas energéticas aumentó 64 por ciento, según la encuestadora de mercados Euromonitor.