Elizabeth Márquez, coordinadora de la Clínica de Desintoxicación y Rehabilitación –desde la fundación del centro en 2002–, precisó que en 2008 se atendían casos de menores con problemas de drogadicción en una proporción de un niño por cada 10 adultos. En el 2010, se va a cerrar con un caso de menores adicto por cada 2 adultos sometidos a tratamientos.

El aumento lo asoció al incremento de la droga en el mercado de Puebla, a los bajos costos de los productos y a que los padres descuidan a los hijos.

Entrevistada por Milenio Puebla, aceptó que en la clínica que fundó y dirige desde hace 8 años es común que lleguen drogadictos de la junta auxiliar Romero Vargas, personas en su mayoría adictas a la heroína.

Cita que van a consulta porque entran en periodos de abstinencia por no poder comprar la droga, o porque ya están en proceso de rehabilitación.

Desde su óptica, los casos de los adictos a la heroína de la Romero Vargas no van en crecimiento, y tampoco afectan a la mitad de la población de esa junta auxiliar de Puebla, como citó un reportaje publicado el domingo por el periódico El Universal.

Desechó que el consumo de la heroína en Puebla sea común. De hecho, los jóvenes entre 13 y 16 años consumen mariguana o inhalantes.

Alertó que el aumento de la drogadicción en menores de edad se está registrando en cinturones de pobreza, entre clase baja y media-baja. "Los padres necesitan vigilar a sus hijos; poner límites; modificar conductas en casa, porque ellos llegan a consumir drogas porque en casa no hay reglas.

"Los papás siempre "se lavan las manos", exigen a las autoridades que hagan programas de prevención, pero ellos en casa son los que fallan y ponen el mal ejemplo. Está probado que un niño drogadicto de 13 empezó porque le permitieron fumar y alcoholizarse.

"Estos niños no estudian, no trabajan, tienen rienda suelta para salir y verse con quien les place, porque no hay control. Urge comunicación y más afecto de los padres a los hijos."

Ayer, el titular de Seguridad Pública Mario Ayón Rodríguez negó el aumento en la venta de drogas, así como la proliferación de narcomenudistas, en referencia al caso de la Romero Vargas.

La Encuesta Nacional de Adicciones 2008 identifica a Puebla como uno de los estados con más bajo consumo de drogas en el país, pero en 6 años registró un incremento de hasta 300 veces en el número de personas que buscaron un tratamiento contra alguna adicción (drogas y alcohol).

Los datos recabados refieren que en 2002 sólo 5 personas recurrieron a tratamientos para dejar las drogas; para 2007, la demanda de ascendió a mil 586 casos.

Entre 2006 y 2007, las drogas ilegales más consumidas entre la población que acudió a centros de rehabilitación fueron la mariguana (32.7%), la cocaína (26.7%) y los inhalables (24.5%).

Respecto a las drogas de inicio, los datos de 2007 registraron que en los hombres el alcohol (66%) y el tabaco (14.7%); en mujeres el alcohol (56.8%) y los inhalables (15.5%) fueron las principales drogas de inicio.

La droga de impacto que motivó la búsqueda de ayuda en ambos sexos fue el alcohol (62.3% hombre y 57.4% mujeres) y la cocaína (12.1% hombres y 16.8% mujeres).