Las recientes reformas a la Ley de Establecimientos Mercantiles en la ciudad sólo beneficiarán a dueños de antros quienes tendrán más tiempo para vender alcohol, señaló Gabriela Cuevas, presidenta de la comisión del Distrito Federal de la Cámara baja.

En su editorial titulada, “Ley de antros para unos cuantos”, la diputada expuso que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), sólo privilegió intereses de los propietarios de más de tres mil 600 establecimientos del gremio al extender el horario de servicio de 3:00 a 5:00 de la mañana.

“Resulta lamentable que la Asamblea Legislativa, en conjunto con el Gobierno del Distrito Federal (GDF), decidiera avalar estas reformas que sólo benefician a los dueños de los antros, quienes gracias a estas reformas tendrán más tiempo para vender alcohol. Así, la asamblea apoya a los antreros privilegiando sus intereses particulares, por encima de los intereses de la ciudadanía”, escribió.

Los establecimientos podrán cerrar más tarde siempre y cuando coloquen de manera permanente detectores de metales en sus accesos, cuenten con un paramédico certificado por la secretaría de Salud y con un padrón actualizado de sus empleados.

Estarán obligados a contratar servicios de seguridad avalados por la secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP-DF) para realizar la prueba de alcoholemia.

“Más allá de regular horarios para el funcionamiento de antros y discotecas, se requiere de una política real para controlar la venta de bebidas que contienen alcohol... Recordemos además que el consumo de alcohol es una de las causas más frecuentes por las que mueren personas en accidentes de tránsito”, explicó.

Argumentó que el DF se encuentra por arriba de la media nacional en consumo de bebidas alcohólicas con el 42 por ciento de acuerdo con la última encuesta nacional de adicciones 2008.

“A pesar de que se publicita como una “bebida de moderación”, la cerveza es el producto de contenido alcohólico más consumido por la población mexicana.

Se requiere, dijo, de una política integral para el control del uso nocivo de las bebidas que contienen alcohol, en la que se debe incluir verificación, regulación y sanción de establecimientos que las venden sin licencia y permiten su consumo en sus instalaciones o inmediaciones, sobre todo a menores de edad.