Al continuar con el Informe, se señaló que la situación que inició con el proyecto económico neoeoliberal en el sexenio de Miguel de la Madrid y hasta el actual gobierno Calderonista, sigue, ya que para la clase política, el Gobierno federal y los partidos políticos, "ser joven, sólo representa un número para la estadística y una presa más de la informalidad, sin derechos laborales, sin prestaciones sociales y sin educación media cubierta al 100 por ciento".

Así lo revelo, el reporte de investigación número 89 del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM.

Éste planteó, que en la Encuesta Nacional de la Juventud 2005, el Gobierno mexicano reconoció que en México existían 22.1 por ciento de jóvenes que no estudiaban ni trabajaban, lo que significó siete millones de jóvenes.

Aunque en 2010, la autoridad sólo "reconoció a 285 mil jóvenes que no estudian ni trabajan".

Sin embargo, aunque el desempleo, a nivel nacional se incrementó, al parecer "la tasa de desempleo entre la juventud, se redujo, según las autoridades, entre 2005-2010".

En el estudio, "la situación de los jóvenes en México: la informalidad como destino", los investigadores: Luis Lozano Arredondo, David Lozano Tovar, Javier A Lozano Tovar, Nubia M. Conde Menchaca y Jaime Vázquez plantearon que la situación es más complicada para la población indígena, que es la más marginada de los indicadores sociales.

De ello, se desprende con cifras oficiales que el grueso de la población joven indígena 62.6 por ciento "tiene nivel de secundaria incompleta".

Al respecto, el Consejo Nacional de Población (Conapo) en agosto de 2010 advirtió que el 4.3 por ciento de la población joven indígena no cuenta con ningún nivel de escolaridad, 11.7 por ciento tiene primaria incompleta, 21.3 por ciento primaria completa y 62.6 por ciento tienen por lo menos nivel de secundaria.