días ya trajeron focos amarillos en la agricultura del agave

tequilero. Esto porque la actual contingencia climática remitió a los

hechos del invierno de 1997, cuando la inusitada nevada que

impactó en gran parte del territorio jalisciense trajo secuelas

devastadoras en la mortandad de las mezcaleras, dejando un

saldo negativo expresado en dejar de producir más de 200

millones de litros de tequila en un lapso del año 2000 al 2004,

según puede observarse en las estadísticas del Consejo

Regulador del Tequila (CRT).

Varios empresarios del ramo tequilero han señalado que una

eventual pérdida de plantaciones de agave por el efecto climático

del presente invierno perjudicaría, sobre todo, a las empresas que

no tengan inventarios de tequila en periodo de reposo. Las

grandes firmas tequileras tienen existencias que suman 300

millones de litros en bodegas, lo que se acumuló con la ventaja de las compras de agave barato en los últimos cuatro años.

Al respecto, el agrónomo del CRT, Ismael Vicente Ramírez, comentó que se tienen estudios científicos documentados que expresan que la

fisiología del agave azul Tequilana Weber se altera con el efecto de las temperaturas frías, sobre todo cuando éstas son del orden de los

diez grados bajo cero.

Explicó que tales temperaturas propician que en las plantas con problemas generados por plagas agrícolas, los síntomas se manifiesten

con mayor expresividad y que se acelere su mortandad, cuando los estragos han sido muy severos.

Este directivo del CRT indicó también que los estudios revelan que el frío extremo acelera la madurez del agave con una menor

concentración de azúcares, debido a la precoz cristalización de los carbohidratos de este vegetal, lo que implica mermas para los

agricultores.

Sobre este punto, el consejero del sector agrícola del CRT, Abelardo Díaz de León, hizo notar que las plantas más vulnerables a las

temperaturas frías son las menores de tres años.

Este entrevistado (de la empresa agrícola Aga-Weber), admitió que la actual temperatura de un invierno crudo sí es motivo de

preocupación, dado que se ha tenido un contexto difícil para la comercialización del agave, particularmente desde el año 2007 a la fecha,

debido a la sobreoferta de materia que trajo consigo un colapso del precio del mezcal tequilero.

Díaz de León explicó que las temperaturas se resienten más en la geografía de los municipios alteños, como Tepatitlán, Atotonilco el Alto,

Arandas y Jesús María, donde se tienen gran parte de las plantaciones que conforman el inventario vegetal del agave tequilero. Adujo que

en contraparte, en la llamada Región de la Barranca de Tequila (donde se ubican los municipios de Amatitán, El Arenal y Tequila), se tiene

un clima menos severo en cuanto a los efectos de las heladas.

De prolongase demasiado el tiempo de heladas extremas, sería una especie de un tiro de gracia a un ciclo negativo para la agricultura

agavera, lo que se ha mostrado con fenómenos adversos, como el desplome del precio, baja del consumo de parte de la industria por la

recesión económica de 2009 y los efectos devastadores de las plagas agrícolas.

También advirtió que de tenerse pérdidas de consideración, se tendrían problemas en las reservas de agave para los próximos años, dado

que durante 2008 y 2009 se tuvieron pocas plantaciones por el mismo hecho del entorno económico negativo, lo que desmotivó los nuevos

plantíos del maguey tequilero.

El CRT tiene en su agenda actualizar el inventario de plantaciones de agave tequilero.

Según cifras preliminares, se tienen problemas severos de plagas en 30% del inventario que supone en forma estimada 314.8 millones de

plantas en los municipios que conforman la demarcación de la denominación de origen del tequila, que abarca a todo Jalisco y a municipios específicos de Nayarit, Michoacán, Guanajuato y Tamaulipas.

Actualmente hay existencias de tequila en reposo por el orden de los 300 millones de litros, un monto superior a los 250 millones de litros

que fue el cierre de la producción de 2009.

Fuente: Consejo Regulador del Tequila