La industria vitivinícola nacional enfrenta una situación paradójica. Por un lado, del 100 por ciento de su producción, vende más del 80 por ciento. Sin embargo, sólo tiene el 35 por ciento del consumo nacional, de casi 4 millones de cajas al año. Las empresas Cetto y Domecq, seguidas de Monte Xanic, Santo Tomás y Casa Madero, enfrentan una fuerte competencia de los vinos españoles, chilenos y alemanes, principalmente, por lo que la asociación nacional está preocupada por ganar el gusto de los consumidores mexicanos.