Para ninguno de nosotros es un secreto que las formas de divertirse de los adolescentes de hoy han cambiado, así como el consumo de alcohol que comienza en algunos casos entre los 12 y 13 años, por lo que la violencia también se ha multiplicado, al igual que los accidentes automovilísticos y, tristemente, muchos de los desenlaces derivados de estas situaciones son fatales o cuando menos irreversibles. Joaquín Quintana, después de haber sufrido que a su hijo, el día de su graduación, le propinaran otros chavitos tremenda golpiza, decidió crear la fundación Convivencia sin Violencia, mediante la cual trata de concientizar, a través de pláticas, no sólo a los jóvenes, sino también a sus familias.