Ciudad de México.- Las adicciones entre los trabajadores del Gobierno del Distrito Federal representan un creciente problema que se refleja en inasistencias y baja productividad, y se estima que al menos seis de cada diez presentan algún tipo de adicción, ya sea al tabaco, al alcohol, las drogas y hasta a internet.

De acuerdo a información del Centro de Mejoramiento de Calidad de Vida, del Sindicato Unico de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal (SUTGDF), de reciente creación, no sólo el empleado requiere atención, sino también los integrantes de su familia, pues fenómenos como la drogadicción o el alcoholismo, que se presentan en mayor medida en este sector, afectan a la gente más allegada a quien padece alguna enfermedad.

Esto, precisa, se traduce en varios casos, en desintegración familiar o en que los hijos caigan también en un problema de esa índole.

Por ello, se ha creado el citado Centro, al que tienen acceso voluntariamente trabajadores y familiares que requieran una valoración física, sicológica y social para superar alguna adicción y evitar desde la pérdida de su empleo, hasta la destrucción familiar y la muerte.

Por ejemplo, el área de Trabajo Social de ese Centro ubicado en el Deportivo 18 de Marzo, concluye que "el alcoholismo es un rasgo tan importante de la vida y de la familia que involucra y afecta a todos los miembros que la conforman.

El director del Centro de Mejoramiento de Calidad de Vida del SUTGDF, Wilfrido Tomás Rosales Martínez, señaló se trabaja en hacer conciencia en la persona que no puede enfrentarse sola al problema y ayudarla a identificar y aceptar su adicción.

Puntualizó que como parte de las terapias se le proporciona al individuo un ambiente de recuperación digno y humano, al tiempo de facilitarle a él y a su familia las herramientas para combatir su adicción y reincorporar al trabajador a su núcleo familiar, laboral y social.

Para tratar a cualquier trabajador éste acude de manera voluntaria y pasa por procesos sencillos, como entrevistarse con personal de Trabajo Social, se le integra un diagnóstico familiar y a través de un cuestionario se recaba información personal, para determinar qué tipo de adicción y se trata de un problema hereditario.

Se integra en su expediente desde su domicilio, centro de trabajo, hasta que tipo de alimentación y vida sexual tiene.

También se les realiza una historia clínica sicológica y se valora desde el inicio del padecimiento y en el ámbito laboral y familiar. Si el problema es muy grave al igual que en sicología, se canaliza al interesado a otros centros más especializados del ISSSTE, como derechohabiente.

Explicó que el Centro Wilfrido Tomás Rosales Martínez no es de internamiento, el paciente puede llegar en un horario de 8:00 a 15:00 horas y las autoridades se mantienen comunicación con sus jefes para que sepan que el empleado se está tratando y se le otorguen las facilidades necesarias para el tratamiento.