6.L. Othón glothon@reforma.com

Dentro de una Zona Rosa alicaída surge el restaurante Urbano Dos22, propuesta de los chefs Lula Martin del Campx) y Mauricio Montes de Oca, cuya intención es delinear una carta que consiga el equilibrio entre la cocina de fusión y lo contemporáneo.

De entrada es digno de mención que el servicio de acomodadores es raudo y veloz, de una eficacia que siempre se agradece. Luego de ese trámite necesario se entra al restaurante.

Para entrar se pide una de las especialidades: Tostadas de cebiche verde ($92.00). Han marinado el j)escado en un aderezo de cilantro y albahaca además se le agrega eneldo, cebolla, chile cuaresmeño y pina El resultado es notable, entonces el apetito brota sin más.

Luego vienen unos Tacos de camarón y finjol, que antes eran una de las botanas de Baja Cali

fornia y que ahora circulan por muchas partes de la República Muy buenos, sin lugar a dudas.

De los vinos se escoge un tinto australiano, Hardy's, un Shiraz 2007 ($450.00), que está agradable sin ir más lejos. Un caldo parco sin matices aunque de sabor agradable. Entre sus defectos e.stá la sustitución del corcho por un tapnin de rosca Cierto es que en la actualidad se tiende a eliminar el corcho en defensa del medio ambiente, pero dejar el vino a merced de esa tapadera de rosca es un insulto a la tradición vinícola internacional.

Mene ahora la Sopa de mariscos Urbano ($96.00) que tiene la particularidad de tener un toque de albahaca Así lo que tiene ágo de casero se transforma en un platillo que eleva su condición por la majestad de esa hierba aromáticauna buena opción.

Algo digno de mencionarse es la excelente Ensalada de camembert ($75.00) que lleva nueces caramelizadas, un toque de brandy, vinagreta de balsámico y un poco de aceite de oliva

El riesgo era amplio, pues todo jxxlria suplantarse por los sabores del vinagre o del licor, sin embai^go las cosas quedan en su punto, la mesura y los buenos oficios de los chefs que evitan el

desequilibrio. Además el lácteo y las nueces concillan sus matices, que sumadas al resto de los ingredientes lo que queda es una ensalada notable.

Una insistencia del capitán es la calidad de sus cortes. Se pide entonces un Rib eye ($295.00) que está servido en el término solicitado y su sabor es delicioso, la came se acompaña por papa, cebollitas y chiles. Se recomienda probarlo con una Guarnición de arroz al cilantro ($45.00) que está soberbia Hasta ahí la degastación ha sido afortunada el servicio es cordial, todo hace que la experiencia gastronómica sea completa

Otro plato apreciable es el Filete a las dos pimientas ($220.00) que tiene el mérito de, otra vez, ese elemento tan importante de la mesura Lo consiguen las salsas que permiten un disfhate al paladar sin cosas que lo hostiguen o lo conduzcan por sendas bizarras. Lula Martín del Campo y Mauricio Montes de Oca han logrado mantener el privilegio de lo que es simple matiz, aderezo indispensable

Un postre apenas discreto es la Pannacota de Baile/s ($65.00) que se acompaña con chocolate. Dulzona y sin gracia es un cierre de medianía ante una comida que resultó en verdad sabrosa