Verdaderos expertos analizan las piezas y pueden descubrir auténticos tesoros

Los sitios de subastas pueden ser fuentes de tesoros poco habituales, donde sin problema se podrá vender o comprar cosas valiosas a precios realmente interesantes.

En el país existen casas de subastas, tales como Louis Morton y Christie's, que concentran un gran abanico de bienes que se pueden adquirir o vender.

Así, en esas negociaciones se pueden encontrar piezas de arte decorativas, joyería, documentos, grabados, libros antiguos y contemporáneos, vinos, antigüedades, pintura mexicana, muebles, escultura, porcelana, arte moderno y contemporáneo, por mencionar algunos.

Todo comienza con un equipo de expertos que valoran y tasan las obras.

En algunos casos "se pueden encontrar piezas especiales con valor en miles de pesos que después de la subasta se incrementa a millones", comenta Luis C. López Morton, director de la casa de subastas Louis C. Morton.

Esto se debe en gran medida a la condición única de los objetos.

Vender

Para poder vender algún objeto lo primero es hacer una valuación, que podrá ser en presencia, es decir, el estimado de venta se le informa al propietario en la casa de subasta.

También se podrá hacer una valuación indirecta al mandar una fotografía y una descripción detallada de la pieza para realizar el cálculo aproximado.

Si se realizara una valuación de colecciones, herencia o menajes, el avalúo se realizará en el domicilio, en donde además se definirá cuál subasta es la más conveniente para las obras.

Luego las piezas pasan por un proceso de catalogación, el cual consiste en hacer un análisis más detallado de la obra, fotografiarla y hacer una selección de las obras.

Con esa selección se prepara un catálogo para cada subasta mensual, que recoge todas las obras a subastar, con su foto, descripción y precio de salida.

Es importante que el precio sea atractivo, debe tener una cotización más baja de mercado para que haga que la subasta sea interesante.

Habitualmente se acuerda un precio cerrado con el vendedor, más un porcentaje de la venta que resulte, explica López Morton.

A consignación

Se deben seleccionar algunas compañías de consignación, valuar los términos y porcentajes de venta, y el precio que ellos consideran adecuado para el artículo.

Después de elegir la empresa de consignación, se obtendrá un contrato por escrito.

El documento debe especificar claramente cómo se repartirá lo obtenido de la venta, por ejemplo, habrá una cuota fija o un porcentaje, por lo general es de 15 a 30 por ciento.

Debe también especificar por cuánto tiempo permanecerá el artículo "en exhibición".

La compañía debe estar dispuesta a proporcionar un comprobante de ventas o cualquier otro documento después de la colocación.

Gratas sorpresas

En una sala de subastas todo puede suceder.

Una señora que necesitaba 50,000 pesos intentó empeñar una acuarela de un "corsito" por esa cantidad.

Cuando los expertos hacen la valuación, la señora decide venderla y cómo no, al final obtuvo 1 millón 800,000 pesos.

Así es el sorprendente mundo de las subastas, en el que se recuerda la venta del reloj de Agustín de Iturbide, el primer Emperador mexicano, por 270,000 pesos.

Asimismo, en Galerías La Granja donde lo más representativo fue la venta de un biombo mexicano en 950,000 dólares y diccionarios de náhuatl al español por el equivalente a 250,000 pesos, por citar algunos casos.