La rioja en alta

Los vinos españoles son, sin lugar a dudas los más vendidos en nuestro país. ¡Es increíble! Hace unos días me reuní con un grupo de amigos, todos relacionados con el mundo del vino. Uno de ellos es dueño de una de las cadenas más importantes de tiendas gourmet, quien comentaba que el vino español siempre ha sido el número uno en ventas, otro comentó que en la cava que administra, la mitad de ella está destinada para conservar etiquetas de este país, y yo agregué que, como directora de vinos de un grupo restaurantero muy importante, la sección de vinos de España, es la más grande, ya que la demanda justifica esa amplia presencia.

Otros países como Australia, Argentina y Chile, también mueven interesantes cantidades, pero nunca como los de España.

En España hay muchas regiones y denominaciones de origen, no todas son conocidas en nuestro país, pero dentro de las que ya suenan están: La Rioja, Ribera del Duero, Penedés, Priorato, Rueda, Toro, Navarra, La Mancha, Rias Baixas, entre otras. Dentro de todas estas regiones, cada una tiene sus bondades y cualidades, pero el día de hoy quiero enfocarmeespecialmenteenLaRioja,apesardequetodos la ubicamos como la DO más representativa y clásica de España, esta fascinante región se ha reinventado, y hoy la Rioja se vive como una espléndida

combinación de una vieja y experta escuela en el arte de la elaboración del vino, pero además con una reciente y muy bien aceptada ola de corte moderno, misma que ha refrescado de forma importante la imagen de La Rioja, tanto en España como en el resto del mundo. Esta importante región, ubicada en la parte central norte de España, comprende algunos varietales insignia; el principal es el Tempranillo, esta variedad tan apreciada por los locales compone el grueso de los tintos Riojanos, y se comporta ligeramente más sutil que el corpulento Cabernet Sauvignon. Una de las características más reconocidas en los Tempranillos es que son vinos de cuerpo medio, pero con una asombrosa, presente y refrescante tanicidad, haciendo de estos vinos ejemplares versátiles para el tema del maridaje.

Es una muy buena alternativa cuando la mesa se divide en dos grupos: los fans de los robustos y los ligeros. Por otro lado, los tintos Riojanos son buenos amigos de las barricas, y es por esto que algunos enólogos se han emocionado, y le cargan un poco la mano a la presencia de madera en los vinos. Como parte de esta reinvención es dejar un poco de lado el tema de la barrica y madera, y acentuar más la presencia de la fruta. Además de utilizar más el roble Francés en la crianza, logrando atenuar los sabores de la madera y resaltar así los de la fruta. Así que hoy los vinos de la Rioja, han dejado de ser, esos tipos impregnados en madera, y hoy podemos contar con opciones que resaltan la clásica y legendaria enología Riojana con matices del corte moderno. La mayoría de los Riojanos portan un indicador que denota uno de los tres niveles, los cuales se refieren directamente al tiempo, el cual la bodega decide someter a sus vinos al contacto con la madera, antes de liberar estos al mercado. Estos niveles son: Crianza, el más ligero, el que menor presencia de barrica tiene.

Reserva, un poco más robusto y corpulento y con mayor presencia de sabores a madera. Gran Reserva, el más corpulento, voluptuoso, la madera en alta, el más caro de los tres, y sólo se elabora en algunos años, donde la fruta alcanzó cierta calidad.