Ciro di Costanzo Las incoherencias La ciudad de Oaxaca amanece pletórica de rocío. Los rayos del sol entran sin permiso, iluminando cada rincón de la antigua Antequera. Tras rudas caminatas en Monte Albán, se impone un descanso en Santo Domingo. Terraza y un fino mezcal de Tobalá. Pechuga o minero, da igual. Limón, sal, tortillas. Chapulines, guacamole y pico de gallo. Esto es Oaxaca. APERITIVO: CALDO DE PIEDRA De los “cambios de fondo”, en realidad sólo aumentaron los impuestos a las mismas personas que siempre afectan, sin ampliar la base gravable. Con ello parchan los hoyos fiscales, le dan respiro al gobierno y nada más. No reactivan la economía ni corrigen un sistema fiscal paralítico que no ha permitido que dejemos de depender del petróleo, cuya minoración o mengua es motivo principal del tan multicitado boquete. La incoherencia. A la aprobación de semejante engrudo, el secretario de Hacienda la calificó de “patriótica”, luego del penoso circo de toma de tribuna que protagonizaron los diputados lopistas, disfrazados algunos del PRD y otros del PT. Después de que el gobierno panista apeló el “patriotismo” de los priistas, César Nava, dirigente del PAN, se deslindó olímpicamente del paquete fiscal aprobado, culpando al PRI de la insuficiencia de tal lance. Preso de loca furia, el PRI endilgó toda suerte de calificativos (perverso, llorón, cobarde, etcétera) a Nava, hizo un berrinche de antología, olvidó su patriotismo y aseguró que echaría abajo la miscelánea en el Senado, para dejar todo igual, nomás que con más deuda. Esos son estadistas y no pedazos. La incoherencia. Para que no haya duda del nivel de contradicción en la clase política mexicana, los diputados llamaron a comparecer al secretario de Trabajo en tono de exigencia. Una vez que lo tuvieron ahí, se encargaron minuciosamente de no dejarlo hablar. Los diputados obradoristas, responsables de montar el show diario de la intolerancia en la Cámara, lucieron con pasión su pequeñez. Insultaron al secretario, le tiraron dinero en la cara, le gritaron y toda suerte de patanerías. Una vez disueltas las condiciones para continuar, el secretario se fue y se molestaron por hacerlo sin explicar. Y todo por no perder los electrizantes votos y peculios de Esparza. Las incoherencias. PIATTO FORTE: TASAJO CON SALSITA DE MOLE NEGRO Fue para no creerse. Aquella mañana del 16 de octubre, la carioca y alegre ciudad de Río de Janeiro amaneció convertida en zona de guerra. Desde la madrugada, dos grupos delincuenciales de tráfico de droga se disputaron una plaza en la zona norte de la ciudad, en donde se encuentran las tristemente famosas favelas. La refriega fue de impresionante catadura, cuya virulencia asemejaba una incursión en zona de conflicto de Afganistán. Tuvo que intervenir la Policía Militar. La reacción de los hampones fue fatídica: Abatieron a un helicóptero militar, matando a sus cuatro ocupantes. Diez autobuses y un camión de carga incendiado, y una refriega a bala limpia durante toda la jornada. El resultado: doce muertos y una decena de heridos. Los protagonistas del dantesco suceso son los criminales cárteles de las favelas de Río. Armados hasta los dientes, numerosos grupos de narcotraficantes urbanos mantienen a raya a autoridades y población, imponiendo su ley a diestra y siniestra. En la mayoría de las ocasiones, como en esta, se trata de choques entre dos acérrimos grupos rivales muy conocidos en la zona: El Comando Vermelho y el grupo de Amigos dos Amigos (ADA). La violenta reacción responde a una represalia por parte de estos grupos contra la policía, pues les molesta que intervengan en sus asuntos. La cantidad de menores involucrados en estas cadenas criminales es muy alto, con un nivel de violencia fuera de todo parámetro. Esto en Brasil, luego de ganar la sede mundialista, la Olímpica y un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU. Las incoherencias. DOLCE: CHOCOLATE Y PAN DE YEMA Espeso y moreno es el chocolate oaxaqueño. Se escurre del tazón de barro y el remanente se come con cuchara de madera. Inolvidable. Como lo es Oaxaca. Como lo es también el café…