Alejandro Cruz BGC, ULISES BELTRÁN Y ASOCIADOS Como es de esperarse, la Ley de Ingresos, hasta ahora aprobada por los diputados y pendiente de consideración en el Senado, recibe un amplio rechazo de la población, sobre todo por el impuesto a servicios de telecomunicaciones y el alza a la tasa general del IVA. Ni el PAN ni el PRI logran escondérsele a la opinión pública en su responsabilidad como impulsores de este paquete fiscal. Los incrementos ahondan el desánimo ante las medidas económicas del presidente Calderón, según se concluye de la encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior sobre el tema. La amplia mayoría de la población se ha enterado de las medidas más importantes de la Ley de Ingresos, aprobada por los diputados, en particular, el aumento al impuesto a cerveza, cigarros y bebidas alcohólicas (enterados, 83%), del alza de 15% a 16% en la tasa general del IVA (69%), del impuesto de 3% a internet, telefonía celular y televisión por cable (68%), así como del impuesto de 3% a los depósitos bancarios en efectivo mayores a 15 mil pesos (62%). Usual en estos casos, este paquete fiscal respaldado en San Lázaro genera amplia contrariedad entre la opinión pública. Se recibe con malestar y preocupación. 66% está enojado (tabla 1). Ni aunque sea para hacer obras se respaldan los aumentos de impuestos: 75% está en desacuerdo con ellos (tabla 2), básicamente porque se afirma que los ingresos de la gente son bajos y porque se cree que afectarán a los más pobres. La oposición mayor a los cambios tributarios se da en torno al alza del IVA (desacuerdo, 91%) y al impuesto de 3% en internet, telefonía celular y televisión por cable (desacuerdo, 91%), pues se considera que son las contribuciones que más afectarán a la economía familiar. Los únicos impuestos que, como es frecuente, son apoyados, son los que gravan bebidas alcohólicas y tabaco (acuerdo, 67%) y a las empresas de juegos y sorteos (acuerdo, 53%), dice la tabla 3. No hay consenso en la respuesta a la interrogante de qué era preferible, la propuesta del impuesto de 2% a productos y servicios como contribución al combate a la pobreza o las alzas al IVA y al ISR aprobadas. 32% opta por el impuesto de 2%; 30% por el alza al IVA y 32% por ninguno (tabla 4). Entre el referido impuesto de 2% al consumo general y el impuesto de 3% a servicios de telecomunicaciones, se prefiere más el segundo gravamen (55%). Y 89% siente que le perjudicarán los impuestos aprobados. La población tiende a dividirse sobre quiénes se verán más afectados: 39% dice que todos por igual; 37%, que los pobres y 22%, que a la clase media. No ha pasado bien a la población el mensaje que el Presidente ha tratado de transmitir para justificar el alza impositiva. 55% no sabe la razón por la que el mandatario solicitó este aumento. La minoría que menciona alguna motivación señala principalmente la necesidad de ayudar a los pobres (tabla 5). El argumento de que los impuestos servirán para compensar la pérdida de recursos por la baja en precio y producción de petróleo tampoco convence, pues 86% considera que la pérdida de recursos provenientes del petróleo no justifica el alza de impuestos. El paquete fiscal aprobado por los diputados no está huérfano. La mayoría de la población considera que PAN, PRI, gobernadores y el presidente Calderón apoyaron la aprobación de los impuestos (tabla 6). La molestia con los impuestos propuestos provoca que desagraden cada vez más las medidas y acciones del gobierno de Calderón en materia económica. A 66% le causan desaliento y a 69% le dan menos confianza en el futuro del país (11 puntos más que cuando se presentó el paquete económico en septiembre) -tabla 7-. El paquete fiscal, como está por ahora, no genera expectativas positivas. 55% no cree que la economía mejorará en 2010, porcentaje similar al del momento en que se presentó la iniciativa fiscal.