En muy buena medida se debe al CRT (que es a la vez unidad de verificación, organismo de certificación y laboratorio de pruebas debidamente acreditado en estos tres ámbitos, y recientemente reconocido también por la autoridad respectiva como laboratorio tercero autorizado), se debe a éste, decía, el caso de éxito que en los últimos tres lustros ha sido el tequila.

El CRT tiene a su cargo, y ha realizado bien la tarea: hacer que la Norma Oficial Mexicana aplicable al tequila, que es la NOM-006-SCFI, se cumpla debidamente tanto para proteger la salud de quienes lo consumen como asegurar la calidad misma del producto. La confianza que la labor del CRT ha generado y la calidad de la bebida, han conquistado el gusto de millones de consumidores en todo el mundo. Veamos algunos datos a partir de la creación del CRT en 1994.

En la segunda mitad de la década pasada, la producción de tequila registró un crecimiento explosivo. En efecto, en el periodo que va de 1995 a 1999, su volumen producido pasó de 104 a 191 millones de litros. Luego, en los cuatro años siguientes, vino un descenso. La recuperación se inició en 2004 hasta llegar el año pasado, en 2008, a la impresionante cifra de 312 millones de litros de tequila, lo que significa que en menos de quince años la producción se multiplicó por tres.

Cabe señalar que la caída registrada en la producción entre 2000 y 2003 no obedeció a un cambio en la preferencia de los consumidores de tequila, sino a la falta de materia prima para elaborarlo. Se trata del agave conocido como tequilana weber variedad azul, que no es posible obtener de un año para el otro. La maduración de esta planta para ser utilizada en la elaboración de tequila requiere de seis a ocho años, por lo que no resulta posible hacer frente en lapsos menores a un aumento acelerado en su demanda.

Un alto porcentaje de la producción tequilera no se queda en el país sino que va al resto del mundo. Las exportaciones de la bebida han crecido de manera notable y la diversificación de sus mercados también, si bien continúan teniendo una alta concentración en el vecino país del norte. Así, las ventas de tequila al exterior, que casi llegaron a 65 millones de litros en 1995, se fueron incrementando en los cinco años siguientes hasta llegar a los cien (98.8) millones en 2000. Luego descendieron en los dos años posteriores para recuperar en 2003 (con 101 millones de litros) su nivel anterior. En 2006 se exportaron 140 millones y casi el mismo volumen (138.4 millones) en 2008.

Por regiones del mundo, del total de las exportaciones de tequila en 2008 el 78 por ciento (108 millones de litros) fue a Estados Unidos, 12 por ciento (17 millones) a la Unión Europea y el casi 10 por ciento restante (13 millones de litros) a los demás países de los cinco continentes. Por cierto, estos últimos en 1995 significaban escasamente el 5 por ciento del total, es decir, la mitad en términos relativos de lo que ahora representan, lo cual es un buen signo.

Como se comprenderá, el CRT debe desarrollar una amplia actividad día a día, a través de los 149 empleados con que cuenta, para hacer que el producto emblemático del país y de nuestro comercio exterior se elabore conforme a la regulación técnica establecida.

Nada más para que se tenga una idea de la magnitud de esta tarea del CRT, baste señalar que sus responsabilidades de verificación, certificación y control se han de desplegar en 146 plantas destiladoras y en casi 55 mil predios con plantíos de agave tequilana weber variedad azul (distribuidos en los 171 municipios que comprende el territorio protegido por la denominación de origen tequila, que son todos los de Jalisco y algunos de Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Tamaulipas, aunque en el primero se concentra el 99 por ciento de la producción total tequilera), predios en los que, a finales de 2008, había 513 millones agaves plantados en 168 mil hectáreas.

Miembro del PAN