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Alcohol con buqué a muerte.
07/12/2009
Alfonso Mancilla
Aquél 14 de diciembre de 1994, los rayos de sol que anunciaban el nuevo día en las calles de Temixco, Morelos, llegaron acompañados de una lúgubre sinfonía, mezcla del llanto y exclamaciones de ira y dolor de una población que no entendía lo que pasaba.

POR ALFONSO MANCILLA

Aquél 14 de diciembre de 1994, los rayos de sol que anunciaban el nuevo día en las calles de Temixco, Morelos, llegaron acompañados de una lúgubre sinfonía, mezcla del llanto y exclamaciones de ira y dolor de una población que no entendía lo que pasaba.

Tal y como si sucediera en una trama de novela de terror, las denuncias de muertes se fueron acumulando en las instalaciones de la policía municipal. Luego de varias horas de desconcierto, poco a poco se descubrió que tenían im común denominador: todos los difuntos fueron mezcal adulterado durante; el fin de semana anterior. La opinión pública se estremeció al saberse que la cifra de decesos ascendía a 42.

Temixco, un pequeño municipio ubicado a diez kilómetros de Cuernavaca, capital morelense, y que se caracteriza por sus grandes centros vacacionales, obtenía una resonancia poco deseable al ser elpunto en que comenzó la muerte de las personas, pero que con el paso de los días se extendió hasta abarcar otras entidades como Distrito Federal, Puebla, Estado de México y Guerrero.

La acción de las autoridades trajo como consecuencia im operativo en el que quedó al descubierto la impunidad con la que operaban las destilerías clandestinas en la región central del territorio.

La población, temerosa y dolida por los acontecimientos, también cooperó denunciando los comercios, las casas y los bares en los que sabían que se expendían y fabricaban las bebidas ilícitas.

El dolor para las familias de Temixco. era aún mayor debido a que en 1987, el poblado también había sufrido el fallecimiento de 40 personas por la misma causa; la historia volvió a repetirse.

Las lágrimas en los entierros de esos hombres, que dejaban viudas y niños desprotegidos, dejaban inscritos en la tierra mía dolorosa rúbrica: "¿Por qué no aprendimos?".

UNA PELIGROSA COMBiNACIÓN Aunque los datos oficiales no tienen una cifra conciente, se estima que cinco de cada diez copas de alcohol que se consumen en nuestro país son de origen ilícito.

La causa que ha llevado a esta situación tiene im origen múltiple, el cual combina la falta de información acerca de los daños que estos licores provocan a la salud, la impunidad con la que actúa la mafia que domina el sector y la competencia desigual por la diferencia de precio entre un licor legítimo y uno adulterado.

Peor aún, las autoridades han tendido a aumentar el gravamen al sector, haciéndolo sin el respaldo de campañas que concienticen de los beneficios que produce dejar de beber, una costumbre que, en sentido inverso, ha aumentado en México durante la última década debido en parte a la desolación que legan las crisis económicas.

Un último, pero aún más sombrío elemento es el hecho de que existe un marco jurídico poco eficaz y que castigue ejemplarmente este delito, lo cual refleja la despreocupación de las autoridades respecto al problema.

MAFIA AL ESTILO 'COSA NOSTRA" A lo largo de los ocho mil puestos que lo oponen, el menú de opciones que ofrece mercado. El Salado es interminable. Enclavado entre las avenidas Zaragoza y Texcoco, a espaldas de la unidad habitacional Concordia, en Iztapalapa, el asentamiento comercial es famoso por la baraja de productos que se pueden adquirir procedencia del 80 por ciento de ellos estega lo pirata.

Ahí, entre tenis Nike con precio de 300 pesos, cuando en Martí valen dos mil; o el perfume Carolina Herrera con valor habitual de mü 200 pesos, a sólo 250, es donde también se hallan dos de los eslabones más ñiertes de la cadena de la industria de bebidas adulteradas.

A sólo unos pasos de distancia se encuentran los puestos que ofrecen una amplia variedad de botellas vacías de las principales marcas del mercado.

El precio al menudeo de los envases oscila entre los 15 y 20 pesos, dependiendo de la marca, y puede reducirse al rango de ocho a 12 si se adquieren al mayoreo.

Ron, brandy, tequila, vodka, whislg. No importa si la marca es nacional o importada, el tamaño o el color, todas se consiguen, como parte de una mafia estilo italiana que expande sus tentáculos hacia los bares y antros del área metropolitana, de donde se "reciclan" las botellas a una tarifa promedio de cinco pesos.

Metros más adelante, se escucha un diálogo:

-¿A cuánto labotella de tequila pregunta el potencial cliente?

En 100 varos campeónresponde el comerciante.

Cuando se le cuestiona a qué se debe el precio tan bajo para un producto que en una tienda de autoservicio ronda los 339 pesos, el individuo sólo atina a decir "Acá no estás pagando ligo, te damos precio de proveedor".

Bajo una óptica detallada, las botellas están cerradas, conlos sellos de la Secretaría de Hacienda y las etiquetas de la marca completas, aunque levemente desgastadas.

Lo peor del asunto es que este mismo tipo de bebidas, las calificadas como adulteradas, según la Comisión para la Industria de los y Licores (CIVyL), representan el 50 por ciento del mercado que circula a escala nacional.

Gracias a lo sofisticado de su organización, en su presentación poco distingue a las bebidas legítimas de las falsas; sin embargo, una buena parte de las bebidas ilícitas son elaboradas con algo industrial de 96 grados. Otras, las más peligrosas, conmetanol, un producto no apto para consmno humano, que incluso en pequeñas do sis puede resultar letal.

Dos cucharadas soperas de este alcohol metílico de madera podrían matar en 40 minutos a una persona, o provocarle daños irreversibles, entre los que se encuentra la ceguera.

Unas y otras causan demoledores efectos en el consumidor: alteraciones neurológicas, agitación, altos niveles de ebriedad, fuertes dolores de cabeza, náuseas, vómito, visión borrosa, dilatación de la pupila, respiración rápida y superficial, y finalmente, la muerte. La cuarta parte de las víctimas del metanol muere por insuficiencia respiratoria.

Las empresas formales reportan una afectación considerable en sus ingresos a causa de la acelerada falsificación de bebidas.

De acuerdo con un diagnóstico elaborado por el sector, la industria ilegal suele golpear en tres zonas las finanzas de las empresas.

En primer lugar, por las grandes cantidades de bebida adulterada que circulan en el país; en segundo lugar, porque el contrabando de alcohol no paga impuestos, lo que le permite vender a precios más bajos; y tercero, porque no hay manera de competir con las destilerías clandestinas que ofrecen el litro de Ucor a precios que fluctúan entre 15 y 40 pesos.

Aunque no existencias comprobadas, se cree que las mafias han obtenido varios miles de millones de pesos en los últimos 16 años, según la estimación de las compañías.

En cifras de ia Comisión de salud del Senado de laRepública, durante 2008, dos milpersonas resultaron intoxicadas por bebidas adulteradas.

Ante la magnitud de la impunidad, que no sólo afecta la salud de los consumidores, sino que también significa un paraíso de evasión fiscal, las Comisiones de Salud y Hacienda del Senado plantean implementar un código de seguridad extra para las botellas de alcohol.

"Se trata de un mecanismo que ya se ha probado en otros países y que ha dado resultado", asegura Ernesto Saro Boardman, presidente de la Comisión de Salud en la Cámara Alta. "Es un mecanismo que elevará los márgenes de seguridad y hará más fácil detectar los productos ilícitos".

Se contempla que el nuevo código se considere como obligatorio en un corto plazo y que el costo, menor a un centavo por botella, sea absorbido por las empresas.

"Medidas como esta, acompañadas de amplias campañas de prevención e información podrían llevarnos a disminuir el consumo de bebidas adulteradas", considera Saro Boardman, quien asegura que un buen ejemplo de resultados es Brasil, donde el porcentaje se logró disminuir del 36 al ocho por ciento.

IMPUNIDAD EN LAS ROCAS

El martes 3 de enero de 1995, los rotativos de nota roja daban seguimiento a la tragedia nacida en Temixco a causa del mezcal adulterado:

"'Me han involucrado, yo no elaboro bebidas desde hace más de dos años; nada tengo que ver con la muerte de esas 40 personas, por eso es que voluntariamente me presenté ante las autoridades' manifestó Guillermo Díaz Rubio, el hombre que las autoridades señalan como responsable de la distribución de mezcal elaborado con metanol, lo que causó el fallecimiento de más de cuatro decenas de bebedores".

La nota periodística agrega: "El pasado 15 de diciembre, las autoridades del estado tuvieron conocimiento de la intoxicación de 40 personas que tomaron mezcal, que al ser analizado se encontró que había sido elaborado con metanol Hasta el momento, de manera extraoficial se conoce que han fallecido 60 personas en Morelos. Guerrero, Puebla, Estado de México y Distrito Federal".

Ladesgracia, ya para ese entonces bautizada como "El metanolazo de Temixco" provocó que el gobierno del priista Lauro Ortega realizara un operativo de limpia en los municipios aledaños. Enlos días siguientes las autoridades clausuraron varias destilerías clandestinas. Ahí acabó todo. El caso fue cerrado.

Aquel 1987 sin embargo, no se encuentra lejos de nuestra realidad. Los grupos criminales que adulteran bebidas siguen actuando sin control.

Es aquí donde se abre el debate en torno a la prioridad que le han dado las auto ridades al combate de este tipo de delincuencia, rol que no se ha reflejado en acciones y que, para colmo, tiene intranquila a la iniciativa privada.

"Las leyes existen, sin embargo, lo que no hay es coordinación entre los diferentes niveles de gobierno para que hagan valer la ley", opina el senador Saro Boardman. "El gobierno federal, por ejemplo, ha estado ocupado en losúltimos meses únicamente en el tema de la influenza, olvidando que la agenda es mucho más amplia".

La Ley General de Salud refiere en su artículo 464 que a quien adultere, falsifique, contamine o permita la adulteración, I falsificación, contaminación de alimentos, I bebidas no alcohólicas, bebidas alcohó- ! licas o cualquier otra sustancia de uso o i consumo humano, se le impondrá una pena de cárcel de uno a nueve años, y una í multa de 100 a mil días de salario minimo. Las penas no tienen comparación alguna con los 100 mil días de salario mínimo que se imponen a quien adultera medicamentos.

Durante los últimos cinco años las compañías del mercado formal han empezado una serie de medidas para elevar las penas a los falsificadores; reglamentar o prohibir las barras libres, y promover que los centros de distribución utilicen proveedores confiables.

Desde fines de 2003 la Cámara de Diputados tiene una iniciativa para modiñcar la Ley General de Salud, con el objetivo de endurecer las sanciones a los falsificadores y crear un blindaje jurídico que permita atacar la ilegalidad que impera en el país.

La propuesta busca prohibir la venta de bebidas alcohólicas en barras libres, todo incluido o cualquier modalidad similar (artículo 219 de la Ley General de Salud); aplicar de tres a 10 años de prisión y multa equivalente a 10 mil días de salario mínimo a quien adultere, contamine o altere alimentos, bebidas alcohólicas, bebidas no alcohólicas o cualquier otra sustancia o producto de uso o consumo humano (artículo 464 de la Ley General de Salud); considerar la adulteración, contaminación y alteración como delito grave en el Código Penal Federal, y clasificar este delito en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, pero la iniciativa se halla en punto muerto.

"Es de suma importancia determinar el deUto de adulteración de bebidas alcohólicas como deüto grave, debido a que los bienes jurídicos tutelados son la vida, lalibertad, la posesión y la salud. En el caso que nos compete, las bebidas alcohólicas, no alcohólicas, medicamentos o cualquier otra sustancia adulterada, colocan en ríes go la vida de quienes lo consumen", considera en sus reportes la CIVyL.

La Secretaríade Saludfederal busca alternativas y estrategias para combatir el consumo de bebidas adulteradas.

Ahora, los inspectores saldrán a las calles y buscarán en los antros. La autoridad trabaja en nuevos operativos, de la mano de la Fundación de Investigaciones Sociales A.C., FISAC, una organización auspiciada por las empresas formales. Laintención es revisar las barras Ubres donde se ha detectado una gran cantidad de alcohol falsificado.

POR ALFONSO MANCILLA

Debido al alto riesgo de que al consumirse bebidas alcohólicas estas sean adulteradas, diversas asociaciones y comisiones, se inan dado a la tarea de impulsar campañas de información sobre el riesgo que implica este hábito.

Una de las más importantes de ellas es la Fundación de Investigaciones Sociales A.C. (FISAC)una organización auspiciada por las empresas formales del ramo.

De acuerdo a lo que ellos mismos enuncian en su página internet, FISAC es "una institución mexicana, perteneciente a la sociedad civil organizada y constituida como Asociación Civil desde 1981, para promover estilos de vida saludables y fomentar valores cívicos y culturales".

Mucho del trabajo que elabora la fundación ha sido apoyado por la Comisión para la Industria de Vinosy Licores (CIVyL) y gracias al trabajo que han hecho en conjunto, es que se han desarrollado una serie de recomendaciones aplicables para la gente que decida consumir alcohol.

De acuerdo a ambas agrupaciones el punto más importante para evitar el riesgo de obtener una bebida adulterada es comprar vinosy licoresexclusivamente en canales de distribución formalmente establecidos, es decir, lugares que expiden una factura y una garantía a sus clientes y consumidores.

El segundo punto que exaltan es no adquirir productos que se encuentren muy por debajo del precio al que comúnmente se consigue en establecimientos formales debido a que los altos índices de gravamen de la industria no permiten realizar este tipo de ofertas.

Tanto FISCAC como la CIVyL recomiendan "conocer nuestra bebida favorita, desde su botella, su boca y canica, su etiqueta, hasta los aromas, sabores, notas y su color".

Un punto que no recibe tampoco mucha difusión, pero que auxiliaría a terminar con el contrabando de bebidas desde su origen sería destruir las botellas vacías que se consuman en casa, para evitar que alguien las recoja para rellenarlas.

En el caso de que se opte por acudir a un centro social, la información de ambas instituciones recomiendan: "Supervisar el copeo: pedir a nuestro mesero o al personal de barra que muestren la botella de la que va a servirse el trago. La botella debe contener el marbete de la SHCP, la etiqueta de la botella deberá estar limpia y no mostrar rasgos de haber estado en la basura y, por último.

la boca de la botella, incluyendo el dispositivo antirrellenado conocido como la canica, deberá ser el original y no mostrar señales de haber sido forzada, rota o violada para rellenar la botella".

En el caso de los consumidores más jóvenes, es conveniente abstenerse de consumir bebidas alcohólicas en las denominadas "barras libres", pues es mejor optar por el copeo supervisado y moderado de bebidas de calidad.

La CIVyL apoya programas de prevención de adicciones a través de la FISAC, en cuya página www.alcoholinformate.org.mx, el consumidor podrá encontrar información completa sobre temas relacionados con consumo de alcohol, protección de menores de edad, el programa "conductor designado" y "conduce sin alcohol", efectos de las bebidas alcohólicas en el organismo y estadísticas de consumo entre otros datos sumamente interesantes.

La misma fundación con el apoyo de la industria imparte cursos denominados TIPPS (Talleres Interactivos Para la Promoción de la Salud).

Estos cursos benefician a jóvenes mexicanos, pues se les capacita sobre una serie de temas relacionados con el alcohol, la moderación, el respeto a la abstinencia y la convivencia madura y responsable con las bebidas alcohólicas.

LOS IMPUESTOS DETONARÁN BEBIDAS ADULTERADAS

"El sector no aguantará más impuestos sin que cause efectos tanto en producción, comercialización así como én la planta productiva", dijo Rodolfo Vargas Pérez, presidente de la Comisión para la Industria de Vinos y Licores (CIVyL), al comentar la decisión del gobierno mexicano de aprobar una nueva alza al impuesto que pagarán las bebidas alcohólicas en el 2010.

El representante del sector indicó que hasta el 2009, de cada 100 pesos de venta, el empresario pagaba 72.5 pesos de impuestos, cantidad que se elevó a 83.

Así, el problema de la adulteración de las bebidas se incrementará tras implementarse el impuesto de tres pesos por cada litro contenido en bebidas mayores de 20 grados.

Ron Bacardi Blanco

Brandy Torres 10

Tequila Don Julio

Vodka

J.WalkerE.R.

Fuente: Excélsior    
Categoría: CIVYL Y FISAC    





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