Barcelona, segunda ciudad de España y capital de Cataluña, reúne lo mejor de esta comunidad autónoma. Dos tercios de la población de Cataluña viven en la región metropolitana de Barcelona, primer destino turístico de ciudad en España y con una de las economías más importantes del país. Su gastronomía es representativa de la dieta mediterránea, que se basa en una gran cantidad de productos del mar, de la montaña y del huerto.

Entre los ingredientes más utilizados en la gastronomía catalana están: el jitomate, el ajo, las hierbas frescas, el aceite de oliva, la cebolla y los pescados. El aceite de oliva más genuino de Cataluña es el elaborado con las aceitunas llamadas arbequinas, que se dan en las denominaciones de origen Garrigues y Siruana. Y salvo por el uso de estos ingredientes comunes, existen diferencias en la gastronomía de las distintas comarcas de Cataluña, aunque Barcelona como capital es el mejor lugar para probar las distintas recetas comarcales. Algunos de los platos más típicos son: el pantumaca, famoso pan con tomate de increíble sencillez y exquisito sabor; la butifarra, embutido de la región; la tortilla payesa, versión catalana de la tortilla de patata, con pimientos y tomate; la esqueixada, ensalada de verano elaborada con verduras y bacalao; o el postre más conocido, la crema catalana, similar a las natillas con una capa de azúcar caramelizada que la cubre.

Además, ahí se elaboran vinos blancos de primera y excelentes tintos también. Gracias a la variedad de paisajes en la región, Cataluña tiene n denominaciones de origen, cuya elaboración ocurre en grandes regiones de producción, como Penedés, y otras más pequeñas y especializadas, como Conca de Barbera, Alella y Pía de Bages. En la actualidad, nuevas generaciones de bodegueros lanzan al mercado sus creaciones, basadas en los conocimientos heredados de sus antecesores, sumados a lo que han aprendido en sus estudios alrededor del mundo.

El potencial vitivinícola de Cataluña parece imparable, gracias a la extensión de sus viñedos y la enorme diversidad de formas de elaboración que resultan en una gama muy completa de vinos. Con su herencia, ahí se producen vinos blancos frescos y ligeros, tintos poderosos y rosados clásicos; la denominación cava es considerada la

mejor para el vino espumoso, junto con la champaña francesa. Entre los logros recientes de la vinicultura catalana está la Denominación de Origen Priorat, una zona donde se producen ricos y complejos tintos a partir de las uvas garnacha y cariñena, consideradas de las mejores del mundo. Además, se ha creado la Denominación de Origen Catalunya para reconocer los productos locales a lo ancho de la comunidad autónoma española.

Sea por sus vinos o por su comida, Barcelona es un verdadero paraíso epicúreo. Las posibilidades son infinitas para el viajero en busca de experiencias inolvidables en esta ciudad. Los innovadores platillos creados por chefs de altísimo nivel en hermosos restaurantes, las comidas tradicionales que se encuentran en mercados o fondas caseras, los excelentes vinos con denominación de origen en Cataluña y el ambiente cosmopolita de la ciudad hacen de Barcelona un destino turístico sin igual.

Para adquirir los ingredientes de estos platillos típicos, uno de los atractivos de la capital catalana es su singular mercado, La Boquería, que data de la época medieval. Aún conserva su estructura original, aunque la construcción es de estilo modernista y es indudablemente uno de los mercados más atractivos de Europa. Ahí se encuentran "los colmados", auténticas tiendas especializadas que demuestran el sofisticado gusto de la gente local. En el otro extremo de la experiencia gastronómica están los incontables restaurantes que hacen de Barcelona uno de los mejores centros culinarios de España. La ciudad y sus alrededores presumen de algunos de los mejores restaurantes del mundo. Tal es el caso de El Bulli, de Ferrán Adriá, y El Racó de Can Fabes y Santi Santamaría, que han recibido la calificación más alta, de tres estrellas, de la Guía Michelin.

Además de su excelente comida, la producción vinícola de Cataluña es excepcional. Junto con Andalucía, es la región con mayor tradición vitivinícola de España, pues se inició con la influencia de griegos y romanos en la antigüedad. En la Edad Media, los monasterios continuaron con la tradición y a ellos se debe la aclimatación de algunas cepas que, con el tiempo, se llevarían a Francia y llegarían a ser las madres de los vinos más apreciados en el mundo (por ejemplo, el cabernet sauvignon). Aunque la cultura del vino perdió fuerza en siglos posteriores, recientemente se produjo un despertar vitícola gracias a la introducción del método champenoise para la elaboración de vinos espumosos.

La región de Penedés, al sur de Barcelona, es hogar del vino espumoso estilo champenoise de España, la cava.