El paquete que presentó el Gobierno federal fue modificado, lo que generó reacciones negativas. La discusión continúa.

De la propuesta de Felipe Calderón para el Paquete Económico para 2010 queda poco. El llamado impuesto del 2 por ciento para combatir a la pobreza desapareció ya que nunca convenció a los legisladores de oposición.

La discusión se prolongó por más de 40 días. En ese tiempo se comenzaron a perfilar ajustes y la intensa negociación con el PRI no cesó. La mayoría que ostenta el tricolor en San Lázaro fue el factor decisivo para comenzar la enmienda a la propuesta calderonista.

El proyecto que armó Agustín Carstens preveía un recorte al gasto programable de 218 mil millones de pesos, equivalentes al 1.8 por ciento del PIB, pero a cambio hace una serie de ajustes: aumenta a los impuestos, crea otros, elimina subsidios de manera progresiva incluye un déficit fiscal del 0.5 por ciento como proporción del valor de la economía (PIB).

Entre la desaparición de tres secretarías, fusiones, reducción de la burocracia y congelamiento de plaza para 2010 Carstens proyecto un ahorro por 218 mil millones de pesos que “se tienen que aplicar de manera inmediata y con precisión quirúrgica”.

Por el lado de los ingresos, Agustín Carstens señaló que pretenden obtener por medidas tributarias 175 mil 700 millones de pesos en el próximo año.

Sin embargo, en este camino de ajustes y cuentas se atravesó la extinción de Luz y Fuerza del Centro, con lo que el panorama fiscal comenzó a modificarse y los partidos entraron en una nueva dinámica, marcada por la polarización política y el interés económico que significó la desaparición de la paraestatal.

En este turbulento escenario, el Paquete Fiscal 2010 entró en la mesa de la discusión entre las fuerzas políticas que hasta el miércoles 21 lo soltaron ya modificado y en espera de que el Senado detalle algunos gravámenes que se encuentran en discusión en diferentes sectores de la sociedad.

Con 415 votos a favor, 24 en contra y 10 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Ingresos de la Federación 2010.

Este dictamen fue el último de ocho que integraron el paquete fiscal para el próximo año, que entre los cambios más relevantes incluye un aumento al 16 por ciento en el Impuesto al Valor Agregado, 30 por ciento al Impuesto Sobre la Renta y la creación de un impuesto a las telecomunicaciones de 3 por ciento, así como otros IEPS.

Entre los ajustes a los impuestos que pagará el ciudadano a partir de enero del próximo año están al alcohol, cerveza, juegos y sorteos y el nuevo de telecomunicaciones. Con esta alza de impuestos se recaudaría más de 20 millones de pesos en 2010. Sin embargo, ante el descontento de la clase media y la iniciativa privada, parece que todavía habrá nuevas enmiendas ya que el Senado de la República comenzó a hacer el análisis de la propuesta que les llegó de San Lázaro. Hasta la tarde del jueves 22, el PRI en el Senado consideraba no aprobar la Ley de Ingresos, que incluye 16por ciento de IVA, aprobado por la Cámara de Diputados.

Los tiempos políticos comienzan a marcar los tiempos electorales venideros. Por ello es que los impuestos que se aprueben en definitiva tendrán un costo político. Falta ver quién será el partido político que acepte la paternidad de las alzas.