Este es nuestro acto más importante del año, de aquí sale todo y sin esto lo demás es irrelevante, me diría Sara para introducirme en el tema de las Vendimias.

En efecto, para todos los vinicultores del mundo la vendimia representa el acto más Importante del año por ser el momento en que se recolecta la uva, o sea la materia prima que se a utiliza para la elaboración de los vinos. Cada año, desde tiempos inmemoriales, cuando las vides están cargadas de racimos de uvas maduras, los productores celebran la conclusión del ciclo de recolección con una ceremonia festiva.

Después de tanto tiempo de espera, de minuciosas revisiones a la planta y sus frutos, el momento decisivo llega, la uva que se tiene es la que se va a procesar, la que se convertirá en vino. Lo que se tiene es lo que será y ya no hay marcha atrás. No hay mejor metáfora de la esperanza que observar una vendimia: emoción, aliento y alegría, el vino pronto vendrá a dar gusto y placer a muchas personas.

Esta atmósfera, enrarecida de incertidumbres y buenos y gratos deseos, se plasma en una serie de reuniones que, en un principio, eran rituales de agradecimiento y de anhelo de que la colecta resultase en un muy buen vino.

Hoy, los tiempos han cambiado, y estas celebraciones han perdido su carácter íntimo e incluso secreto. Son abiertas y están incorporadas al negocio. La idea entonces es ofrecerle al espectador o al consumidoruna tarde de placer total. Placer en la comida, placer en la bebida, placer en la compañía o si gustan, placer en la boca, en los oídos y en la vista. No hay nada como asistir a una comida campestre en donde se entonan canciones, en la mano se sostiene una copa de vino. Qué decir de los árboles y el viento suave en un viñedo, mientras el paladar se empapa con lo mejor de una añada y los oídos se entraman en notas. Al margen de esta escena podemos ver un espectáculo casi teatral, que entretiene a los comensales e imprime un toque original al festejo.

Nada como ir a un concierto en donde toda una orquesta sinfónica ejecuta obras maestras clásicas. Después del intermedio, vienen las sopranos y los tenores a interpretar temas de ópera. Añádale a la escena los alrededores: un atardecer que cae sobre los viñedos, dispuestos en el horizonte.

Pero, quizá, lo que más recuerda uno es la pisada de la uva. Alzar la falda o arremangar el pantalón, es el principio de una de las experiencias más extravagantes que existen. La frescura de la uva en las plantas de los pies y la sensación de cómo se van reventando los miles de frutos abriéndose al paso del jugo que entinta hasta los tobillos, para después sentir el esfuerzo de las piernas que machacan, una y otra vez la mezcla que se va formando, despierta la alegría. Otro tipo de placer Así son las vendimias, divertidas, desenfadadas, a veces elegantes, a veces informales.

Cuando uno va la primera vez, no entiende cómo es que se había perdido estas ocasiones que sin lugar a dudas transportan al visitante a un mundo en donde la sencillez de la naturaleza se entrama con la una de las actividades más antiguas y entrañables de la civilización humana. Los viñedos conmueven con su ordenamiento hipnótico, las uvas prometen lo mejor de ellas mismas, las plantas impresionan con su poder mágico de transformación. Decía el poeta Lord Byron que las botellas encierran el placer de todos los sentidos: el vino reúne a las personas, y el buen vino crea atmósferas en las que el cuerpo y la mente se hacen uno.

Quizá por eso las vendimias son puro gusto, comer y beber hasta quedar suspendido en placeres totales.

RUTA DEL VINO. En Ensenada, Baja California, donde se produce la gran mayoría de los grandes vinos de México, agosto es el mes en gue se celebran las Fiestas de la Vendimia. Con una tradición enológica que se remonta a fines del siglo XVIII, Ensenada es uno de los pocos rincones del país en donde se puede hablar de una verdadera cultura del vino.

TRAVESÍA QUERETANA. También en el estado de Querétaro, se organiza una Fiesta de Vendimia. Por eso se invita a familias y amigos para que vengan a festejar este hecho para conseguir que tengan siempre el mejor fruto para conseguir un buen vino. Todos tienen la oportunidad de pisar la uva para arrancar la producción del vino. También se puede disfrutar de baile flamenco, bailes regionales, degustar ricos platillos para acompañar la degustación de los vinos. Las casas Freixenet y La Redonda son el centro de esta fiesta y participa en algunas catas o platicas sobre enología.

LAS FAMOSAS BACANALES ERAN VENDIMIAS. En la Grecia y la Roma antigua se celebraba dentro de las fiestas dionisiacas entre las más importantes de todo el imperio -, un rito de paz y placer para venerar a la deidad de Dionisio-Baco en la cultura latina al que se le rendía tributo durante cinco días.