ESTOS TIPS TE AYUDARAN A PROLONGAR EL PLACER DE UN BUEN VINO

La velocidad del mundo moderno y la imparable vida laboral, trajeron consigo la comida rápida y los almuerzos de 15 minutos (la mayoría de las veces en la propia oficina). En ese vertiginoso escenario, ¿queda espacio para el disfrute del vino? Para poder deleitarse con una copa de vino dos o tres veces a la semana, uno tendría que resignarse a tirar media botella cada vez. Ante esta pecaminosa posibilidad, terminamos por relegar el antojo de una buena etiqueta y nos conformamos con un vino de menor calidad o, lo que es peor, por beber cualquier otra cosa.

Pero esto no tiene por qué ser así: hay maneras de conservar una botella de vino por algunos días y disfrutar periódicamente de una copa, o dos. El vino se mantiene (e incluso madura y mejora), mientras duerme en la botella, sin contacto con el oxígeno. El problema surge cuando se abre la botella. En ese momento el vino entra en contacto con el aire y comienza un proceso químico de oxidación que destruye sus características hasta (literalmente) convertirlo en vinagre. Pero la buena noticia es que el proceso de oxidación del vino no es tan rápido como muchas veces hemos temido, ya que puede resistir hasta cuatro días, si se toman algunas precauciones.

Una buena manera de conservarlo es simplemente cerrar nuevamente la botella con el corcho y meterlo al refrigerador, pero esto da resuitados sólo si la cantidad de vino restante es, al menos, la mitad de la botella.

Refrigerado, un vino joven puede durar de dos a tres días, y de cuatro a cinco si es de mucho cuerpo. Sin duda perderá frescura y fuerza, pero aún será agradable al paladar.

Si tienes la certeza de que tomarás sólo la mitad de la botella, coloca la cantidad que beberás en un decantador, y cierra Inmediatamente la botella con el vino restante. Con esto, puede durar refrigerado hasta una semana.

Por cierto, una recomendación básica a ta hora de tomar el vino restante, es sacarlo del refrigerador al menos tres horas antes de que lo vayas a beber, para evitar someterlo a un cambio brusco de temperatura. Recuerda que el vino tinto helado es totalmente inexpresivo.

Para conservarlo, una técnica más científica, fácil y poco costosa, es el uso de la bomba de vacío, conocida como vacuvin. Es un utensilio similar al sacacorchos, que extrae por presión el aire existente en la botella, colocando un corcho de goma casi en forma hermética. Con esta técnica, el vino se mantiene de una semana a 10 días en muy buen estado. Es una excelente opción para poder disfrutar cotidianamente de esta bebida de dioses, sin temor a desperdiciar el resto de la botella y sabiendo que uno puede volver a ella unos días después, sin menoscabo de su sabor.